Melanie Joy: Es opresivo "querer a algunos animales y comerse a otros"

Melanie Joy y el cofundador de Igualdad Animal, Javier Moreno
Foto: EUROPA PRESS

MADRID, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -

   La profesora de Harvard e investigadora Melanie Joy ha presentado este viernes en Madrid su libro 'Por qué amamos a los perros, nos comemos a los cerdos y nos vestimos con las vacas' (Plaza y Valdés Editores) en el que, según ha explicado, pretende poner de manifiesto el "sistema de creencias" y los "mecanismos psicológicos" que permiten que a "algunos animales se les quiera y se les coja cariño" mientras que otros se usen como comida.

   En este sentido, ha asegurado que la sociedad está inmersa en lo que ha llamado "la opresión carnista" --que ha comparado con otros fenómenos como el racismo o el sexismo-- y, según ha explicado, permite "evitar tomar conciencia" de que se está cometiendo "una atrocidad global" a través de industrias donde "millones de animales sufren innecesariamente".

   A su juicio, esto es posible debido a que, por un lado, consciente o inconscientemente no se tiene presente el origen de los productos que se están consumiendo en el momento en que se consumen y, por otro, debido a que se separa "mentalmente" a aquellos animales que son "para querer" de aquellos que van a ser alimento, entre otras razones.

   "Este tipo de opresión es igual a otras ideologías como el sexismo o el racismo, que necesitan poner en funcionamiento determinados mecanismos que ayuden a evitar pensar, de cara a que personas con valores compasivos puedan participar de ellas", ha defendido la autora.

   En este sentido, ha señalado que el libro, que ha sido editado en España con el apoyo de Igualdad Animal, pretende "no solo denunciar las prácticas de la industria agraria, en la que millones de animales sufren innecesariamente" sino también "el sistema que hay detrás, que modela las preferencias alimentarias de la sociedad".

   De hecho, Joy se ha mostrado confiada en que la obra sea un punto de apoyo para "salirse del sistema para tomar decisiones libremente".

   Entre los argumentos que, según ha indicado, ha encontrado en su investigación para desarrollar su tesis doctoral (de la que procede el libro) la autora ha destacado las "tres N" y ha explicado que la mayoría de quienes defienden el consumo de carne lo hacen porque creen que es "normal, natural y necesario".

   A este respecto, ha asegurado que "es imposible hablar objetivamente del problema que supone comer animales estando dentro del sistema que lo permite". De hecho, ha llamado la atención sobre el hecho de que, según cree, "cuando se aborda la cuestión desde distintos ámbitos como la nutrición o la medicina, se ve todo a través de la lente del carnismo".

   "Es algo institucionalizado, se estudia medicina carnista o nutrición carnista desde la perspectiva carnista y, por tanto, esto determina cómo hablamos o cómo vemos la realidad", ha indicado la autora.

   En relación a esto, ha desechado la "teoría" de que la proteína animal es necesaria para el desarrollo biológico del hombre y para su salud y ha asegurado que "hasta hace poco todos los estudios se hacían desde esa perspectiva".

   Por el contrario, ha asegurado que "ahora se están haciendo investigaciones que afirman que se puede vivir sin consumir carne y que, de hecho es más saludable". "Hay muchos médicos y nutricionistas tradicionales que están abandonando el carnismo, no por cuestiones éticas sino de salud", ha insistido.

   Joy ha explicado que ella era una "fanática" de la carne cuando era adolescente y que no fue hasta los 23 años cuando, tras sufrir una enfermedad por al que abandonó la carne un tiempo, "se dio cuenta de la realidad" y "decidió hacerse objetora de conciencia".

   A su juicio, "comerse una hamburguesa le parece tan poco apetecible como comerse un filete de perro Golden Retriever para otra persona". En la misma línea, ha explicado que tampoco toma huevos o leche porque "tomar leche de vaca le produce tanta repugnancia como tomarla de otros animales como cerdos o cobayas".

   Aún así, ha asegurado en varias ocasiones que la intención de su libro, en un primer término, "no es que la gente deje de comer carne sino que tome conciencia de lo que hace y de por qué".