BARCELONA/MADRID, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las abundantes lluvias que han caído a lo largo de este año, las altas temperaturas y la fuerte iluminación del Sol durante este verano han favorecido la proliferación de una plaga de algas en el río Ebro que han afectado a la central nuclear de Ascó II (Tarragona).
La central tuvo que reducir su potencia a la mitad tras la obturación de parte de su toma de agua, si bien este incidente quedó solucionado a las pocas horas y la nuclear opera desde este lunes con normalidad.
Según ha explicado a Europa Press el experto de Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Ignacio Moreno, la vegetación acuática, conocida como macrófitos, supone ya una plaga en puntos del Ebro.
Concretamente, se trata de plantas acuáticas visibles, es decir, algas y plantas superiores que crecen en el agua dulce. En este caso podría tratarse de un 'ceratophyllum', un tipo de plantas con flores que vive dentro del agua y que acostumbra a expandirse en esta época por la excesiva luz, temperatura y nutrientes.
"Ha sido un año muy lluvioso que ha arrastrado muchos alimentos a los ríos y es normal que se produzcan estas algas en estas circunstancias", ha puntualizado el experto, al tiempo que ha indicado que su desarrollo dependerá de lo que ha llovido en la primavera anterior, aunque sí crecen todos los años más o menos por estas épocas.
En este sentido, ha recomendado evitar los tratamientos químicos, como alguicidas, para quitarlas del ecosistema, ya que estos productos atacarían también a otras plantas más fundamentales en los ríos. Por lo tanto, ha recalcado que el método manual, el empleado en Ascó para remover estas algas, es el mejor procedimiento.
Este tipo de fenómenos suele producirse en los últimos tramos de los ríos, donde se acumulan más nutrientes y hay más posibilidad de que aparezcan, generalmente en centrales nucleares, navegaciones de recreo o centrales térmicas. El daño que podrían generar, en concreto en las centrales nucleares, es que si las turbinas toman aguas del pantano o del río, las centrales no logren refrigerar bien y por tanto deban funcionar de forma más lenta.
