MADRID 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
El maíz transgénico beneficia a los cultivos naturales al combatir las plagas de insectos, según un estudio de la Universidad de Minnesota en Saint Paul (Estados Unidos) que se publica en la revista 'Science'. Las plantas modificadas reducen los daños en las plantaciones vecinas no modificadas y los granjeros de ambos tipos de cosechas pueden conseguir beneficios económicos.
Los investigadores, dirigidos por William Hutchinson, estudiaron los efectos que el maíz modificado genéticamente ha tenido sobre la polilla del gusano del maíz europeo, una plaga devastadora que se introdujo de forma accidental en el Medio Oeste de los Estados Unidos en 1917 y que se cree causa unas pérdidas de aproximadamente 1.000 millones de dólares al año.
El maíz transgénico investigado fue elaborado para expresar proteínas insecticidas para la bacteria 'Bacillus thuringiensis' (Bt), que se sabe elimina muchas plagas de insectos.
Los investigadores descubrieron que el maíz que expresaba Bt, que se ha extendido en el sector agrícola estadounidense durante la pasada década, reduce las poblaciones de las polillas del maíz por lo que tanto el maíz transgénico como el natural se benefician de menos plagas de insectos.
En este sentido, los investigadores señalan que quienes se benefician de esta situación son los agricultores que emplean el maíz natural ya que quienes emplean el transgénico tienen que pagar un mayor precio por sus semillas incluso recibiendo las ventajas del control de plagas de las plantaciones transgénicas vecinas.
Los autores del trabajo también advierten que demasiadas cosechas transgénicas en un área podrían promover una fuerte resistencia entre las polillas a las proteínas insecticidas y por ello subrayan la necesidad de "refugios" para las cosechas no modificadas para contrarrestar tal resistencia a las plagas, un método que el gobierno estadounidense ya exige a los agricultores.
El equipo de Hutchison señala que los beneficios económicos de estos refugios pueden igualar o exceder los de las cosechas transgénicas y que la mejor estrategia a largo plazo parece ser cultivar ambos tipos de maíz a la vez.
En términos económicos, los autores citan como ejemplo que, durante los pasados 14 años, los estados de Illinois, Minnesota y Wisconsin han podido ahorrar aproximadamente 3.200 millones de dólares al cultivar de forma simultánea ambos tipos de maíz y que los de Iowa y Nebraska han ahorrado aproximadamente 3.600 millones de dólares de la misma forma.