MADRID, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
La secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, señaló hoy que los sectores del agua y de la energía serán claves en la "necesaria" transformación tecnológica "sin precedentes" de los patrones de producción y consumo.
Durante un desayuno de trabajo organizado hoy por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos, Ribera subrayó que la Agencia Internacional de la Energía valora que las necesidades de inversión son equivalentes al 40 por ciento de la inversión en infraestructura global, o lo que es igual, el 1,4 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) mundial.
Así, indicó que dentro del sector energético, las energías renovables jugarán un papel "fundamental", al igual que el sector del transporte, los biocombustibles de segunda generación y el vehículo eléctrico.
Además, sobre las necesidades de inversión, Ribera explicó que a corto y medio plazo existen tecnologías suficientes que permitirán situarnos en una trayectoria adecuada de emisiones en estos años. Sin embargo, en su opinión, se necesitará impulsar a largo plazo nuevas tecnologías desde las acciones decididas en el presente en materia de I+D+i que "permiten acelerar la entrada de las mismas a partir de 2020".
Igualmente, subrayó que el cambio de modelo de crecimiento hacia otro más bajo en carbono proporcionará "grandes oportunidades de negocio, inversión e innovación", por lo que urgió a España a "aprovechar" la posición de privilegio que ostenta en este momento en el sector renovable, ante el "inminente arranque de un mercado con grandes posibilidades".
Por último, incidió en el papel "fundamental" de los gobiernos a la hora de establecer reglas adecuadas de mercado, que actúen como catalizadores de la inversión privada a partir de los recursos públicos. De este modo, a su juicio, las empresas deberán aprovechar las oportunidades mejorando su competitividad y productividad de forma "continua y responsable".
Finalmente, apuntó a un "necesario" enfoque integrado con más apoyo al I+D+i, la definición de "mapas de ruta" tecnológicos, mayor cooperación internacional y una mayor colaboración entre el sector público y el sector privado mediante paternariados.
