Podemos acusa a los negociadores de estar "ajenos" a la realidad y pide un "golpe en la mesa" para lograr acuerdo

El secretario general de Unidas Podemos, Pablo Iglesias (izq) y el diputado de Unidas Podemos, Juantxo López de Uralde (dech), a su llegada a la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25), en Madrid (España), a 2 de diciembre de 20
El secretario general de Unidas Podemos, Pablo Iglesias (izq) y el diputado de Unidas Podemos, Juantxo López de Uralde (dech), a su llegada a la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25), en Madrid (España), a 2 de diciembre de 20 - Jesús Hellín - Europa Press

   MADRID, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -

   El portavoz de medio ambiente de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados, Juantxo López de Uralde, ha acusado a los negociadores de los casi 200 países que se reúnen en la XXV Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU de estar "completamente ajenos" a la realidad ya que "en la recta final" de la Cumbre "las cosas no van bien" y la negociación está en una "parálisis prácticamente total".

   "Estamos llegando sin acuerdos importantes y es imprescindible un golpe sobre la mesa de algún país o grupos de países que rompa el tablero", ha exigido este jueves el diputado en declaraciones a los medios en el marco de la COP25 que se desarrolla en Madrid.

   A su juicio, hay una "burbuja" en la que por un lado están las negociaciones "completamente ajenas a la realidad que se vive en la calle", que vive una "auténtica explosión" de protesta social y una umento muy importante de la preocupación por los impactos del cambio climático, mientras la negociación "no avanza".

   Además, le da la "impresión" de que la COP terminará sin ni siquiera cerrar el libro de reglas para cumplir el Acuerdo del Clima de París, que entra en vigor en 2020, ya que "lo que está pasando ahora mismo" en la Cumbre es "básicamente nada". "Negociaciones sobre la letra pequeña y prácticamente sin acuerdos", ha comentado.

   En cuanto a la ambición, critica que los grandes emisores como Estados Unidos, Rusia, India o China, no den muestras de más ambición y por ello, reclama un "salto cualitativo".

   Respecto a la posición de España, López de Uralde pide que aumente su ambición hasta superar el 50 por ciento de reducción de emisiones de aquía 2030 (frente al actual compromiso del 20%) y ha anunciado que volverá a registrar en el Congreso de los Diputados su propuesta de ley de cambio climático, para impulsar que el nuevo Gobierno avance a una mayor ambición climática.

LA EXPULSIÓN DE LOS ACTIVISTAS, SINTOMA DE LA FALTA DE ACUERDO

   Por otro lado, tras la expulsión de la COP25 de un multitudinario grupo de activistas que protestaron en el exterior de las salas plenarias, ha calificado de "denunciable" cualquier reacción en contra de la sociedad civil que está trasladando "lo que se vive en la calle".

   "Lo que ayer hicieron fue romper esa burbuja y traerlo a este esspacio que vive totalmente ajeno a la realidad", ha defendido López de Uralde que compara la situación de este miércoles con lo vivido en la COP de Copenhague hace diez años.

   "Es un síntoma de que la Cumbre va hacia un fracaso", ha sentenciado el diputado que desconoce si en este momento las negociaciones entre la parte chilena y la española están rotas.

   Así, estima que es peor un mal acuerdo que un no acuerdo porque se debilitan las negociaciones internacionales de modo que el contenido del convenio multilataeral cada vez sea más débil y tenga menos impacto.

   A su juicio, los dos grandes responsables, mientas se culpabiliza "demasiado" al ciudadano" son las grandes corporaciones que han hecho lo posible en estos años por impedir que las negociaciones avancen y las legislaciones nacionales fuertes, así como los gobiernos "débiles" que se someten a los intereses de estas corporaciones. "No solo no ha mejorado, sino que en los últimos años ha ido a peor".

   Finalmente, resume como "muy malo" el balance de las negociaciones climáticas desde Copenhague, donde fue encarcelado por una acción de protesta en la cena de jefes de Estado y de Gobierno como activista de Greenpeace, porque considera que se está "perdiendo la batalla" y, a pesar de que se habla mucho del cambio climático "se hace muy poco".