MONTORO (CÓRDOBA), 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Guardia Civil, a través de sus unidades del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), han imputado a un hombre la supuesta comisión de un delito contra la flora y la fauna, tras localizar en su coche un total de 33 aves supuestamente cazadas de modo ilegal.
Según informa una nota la Benemérita, el día 10 de febrero una patrulla del Seprona identificaron en la carretera A-3101, término municipal de Montoro, a un turismo, conducido por un vecino de Montoro, conocido de la Guardia Civil por sus antecedentes por la supuesta comisión de ilícitos relacionados con la protección de la fauna y el uso de artes prohibidas para la captura de aves.
Cuando los agentes fueron a detener al vehículo sospechoso, su conductor hizo caso omiso de las señales, lo que obligó a los guardias civiles a tener que seguirlo e interceptarlo en un lugar apropiado para ello, a unos seis kilómetros más delante de donde trataron de detenerlo.
Tras ello, la patrulla del Seprona registró el coche y hallaron una mochila con restos de plumas de aves y una bolsa de plástico con 26 ejemplares de zorzal --que solo se puede cazar del 6 de noviembre al 29 de enero--, cuatro de mirlo común --una especie protegida-- y tres de petirrojo --especie de interés especial--.
Tal y como detalla el Instituto Armado, todas las aves presentaban el cuello fracturado, señal inequívoca de haber sido capturadas mediante el uso de procedimientos prohibidos y no selectivos para la captura de animales, es decir, empleando los artilugios conocidos popularmente como costillas.
Como consecuencia de la intervención policial, se procedió a la imputación penal del autor de los hechos, interviniéndose la totalidad de las aves que portaba, quedando a disposición de la Autoridad Judicial titular del Juzgado de Guardia de Montoro, por la supuesta comisión de un delito relativo a la Protección de la Flora y la Fauna, por el que se pueden imponer penas de hasta dos años de prisión.
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