150 efectivos de bomberos y Policía Local y 30 médicos han trabajado en el derrumbe

PALMA DE MALLORCA, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -

Un total de 75 efectivos de los bomberos y 75 agentes de la Policía Local han trabajado sin descanso en el lugar donde la pasada madrugada se derrumbó un edificio en Palma, causando un total de siete fallecidos que han quedado atrapados bajo los escombros. En el dispositivo organizado para realizar las tareas de rescate han participado también efectivos de la Policía Nacional y de la Unidad canina de la Guardia Civil.

Asimismo, un total de 30 profesionales sanitarios, entre enfermeros y médicos, se han desplazado hasta el lugar del siniestro, adonde los servicios de emergencias han destinado 14 ambulancias. En total, siete personas han fallecido, entre las que se encuentra una joven menor de edad, y dos personas han resultado heridas de gravedad, aunque su vida no corre peligro.

Además, la Empresa Municipal de Aguas y Alcantarillado de Palma (Emaya) destinó un total de cuatro camiones, dos excavadores y 17 operario para colaborar con las tareas de retirada de escombros del edificio derrumbado esta madrugada.

Fue precisamente un operario de recogida de Emaya el que sobre las 00.45 horas presenció el siniestro y dio el aviso de alarma. Desde entonces, la empresa municipal inició el operativo de emergencia y hasta primera hora de la tarde había realizado una docena de viajes hasta las instalaciones de Son Reus con unas 120 toneladas de escombros.

Los materiales han sido apartados para que estén disponibles en si los cuerpos policiales requieren investigarlos para determinar las causas del siniestro.

Así, el Ayuntamiento de Palma ha decretado dos días de luto oficial en la ciudad por las víctimas mortales en el derrumbe, así como por el matrimonio fallecido en el incendio esta madrugada en el Molinar. En la zona del desplome del inmueble todavía siguen los trabajos de búsqueda por si hay más personas atrapadas bajo las ruinas.

En el edificio siniestrado, situado en el número 19 de la calle Rodríguez Arias, esquina con la calle Alós, había empadronadas ocho personas pero al parecer residían once. Debido al derrumbe y como medida preventiva se han desalojado un total de 6 inmuebles entre ayer por la noche y hoy que afectan a 50 vecinos.

De este medio centenar de personas desalojadas, 28 (8 ayer y 20 hoy) han sido alojadas por parte del Servicios Sociales en varios hoteles, donde continuarán hasta que finalicen las tareas de demolición y desescombro. El resto de las vecinos desalojados pudieron alojarse en casas de familiares y amigos, informa el Ayuntamiento.

A primera hora de la mañana, técnicos del departamento de Protección de la edificación han iniciado la evaluación de los edificios próximos al derrumbamiento para comprobar que no hubieran resultado afectados el resto de fincas y para poder confirmar su seguridad.

Con respecto a la situación del edificio derrumbado, un informe de la Gerencia de Urbanismo confirma que no consta ningún expediente abierto en el departamento de Disciplina Urbanística y Seguridad de los Edificios sobre infracción urbanística, ni de protección de la edificación, ni de inspección técnica de los edificios.

El inmueble fue construido en el año 1959, por lo que según la normativa de Inspecciones Técnicas de Edificios no tenía la obligación legar de pasar dicha inspección, afirman desde el Consistorio.