SALAMANCA, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
La iglesia de Cabrillas (Salamanca) se llenó con unas trescientas personas para dar el último adiós a Teresa Hernández, de 44 años de edad, que viajaba en el avión siniestrado en el aeropuerto de Barajas y a la que hasta ahora no se había podido dar sepultura por la demora en las tareas de identificación.
Entre los asistentes al funeral se encontraban la madre de la víctima, dos hermanas y su abuela, que en los inicios del acto religioso tuvo que ser atendida porque sufrió un desmayo. También estuvieron presentes el consejero de Interior y Justicia de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, el delegado de la Junta en Salamanca, Agustín Sánchez de Vega, la presidenta de la Diputación de Salamanca, Isabel Jiménez, y otras autoridades provinciales y locales.
Durante la misa se vivieron momentos de intenso dolor y muestras de apoyo y cariño hacia los familiares y amigos de la fallecida en Madrid.
Posteriormente, recibió sepultura en el cementerio de la localidad salmantina a petición de la propia madre, quien quiso que así se realizase.
Teresa Hernández era profesora y viajaba a las Islas Canarias para pasar sus vacaciones de verano junto a su marido, Tomás Sánchez Bernal, de 40 años, quien también pereció en el trágico suceso. El hombre era agente comercial de maquinaria y vivía con su mujer en el barrio salmantino de Tejares.
El cuerpo de Sánchez Bernal ya descansa en el cementerio de Fuentesaúco (Zamora) tras el funeral que se ofició hace una semana en la iglesia de San Juan Bautista de esa misma localidad zamorana, de donde era natural.
Junto a la pareja, fueron seis las víctimas salmantinas o vinculadas a la provincia, además del padre y la hija procedentes de La Fregeneda que permanecen ingresados en el hospital de La Paz. Se trata de José Antonio Alonso y su hija María Alonso de once años, que se están recuperando de las heridas producidas por el siniestro en el avión de Spanair que viajaba a Las Palmas de Gran Canaria y que ayer ya pudieron volver a hablar por teléfono después del trágico accidente.