El arzobispo de Burgos afirma en el Santuario de Torreciudad que la familia es el "mayor tesoro de la humanidad"

Actualizado: sábado, 12 septiembre 2009 19:51

SECASTILLA (HUESCA), 12 Sep. (EUROPA PRESS) -

El arzobispo de Burgos, monseñor Francisco Gil Hellín, afirmó hoy en el Santuario de Torreciudad, ubicado en el término municipal de Secastilla (Huesca), que la familia es el "mayor tesoro de la humanidad".

El prelado presidió hoy la XX Jornada Mariana de la Familia de Torreciudad, que congregó a miles de familias de diferentes puntos de España y Europa, según informó el Santuario de Torreciudad en un comunicado.

Los grupos participantes procedieron mayoritariamente de Cataluña, Aragón y la Comunidad de Madrid, aunque también fueron numerosos los peregrinos valencianos, andaluces, vascos y gallegos. Asimismo, participaron grupos de Francia, Polonia e Italia. Muchos de ellos, se trasladaron en viajes organizados hasta el santuario, hasta el que llegaron cerca de 140 autobuses.

El arzobispo de Burgos pidió "respeto por la familia como institución natural; este carácter dado por Dios a la familia le da unos rasgos que no dependen de lo que decidan instancias humanas como gobiernos o parlamentos".

El prelado afirmó durante la Eucaristía, celebrada al aire libre, que "la familia es un gran tesoro, el mayor tesoro de la humanidad", y animó a los participantes a redescubrir cada día ese tesoro.

Por su parte, el Papa Benedicto XVI ha pedido a las familias participantes en la XX Jornada Mariana de la Familia "un incondicional sí a la vida" y "cumplir con disponibilidad y entrega su misión en una unión basada en la confianza mutua, fiel y fecunda".

OFRENDAS Y ACTUACIONES

Los actos comenzaron con una ofrenda a la Virgen realizada por las familias a la que siguió una misa y varias actuaciones musicales en la explanada del santuario. La jornada concluyó con el rezo del Rosario, acompañando a la imagen peregrina de la Virgen de Torreciudad, y con la Bendición con el Santísimo.

Más de 250 voluntarios participaron en la organización del encuentro, ayudando en los aparcamientos y accesos al santuario, en la guardería, en el acomodo de los peregrinos, en los puestos informativos y en el parque infantil.

Asimismo, decenas de sacerdotes atendieron a lo largo del día los confesonarios repartidos por distintas zonas del recinto.