El arzobispo castrense advierte de la necesidad de 38 capellanes castrenses para cubrir las necesidades de los militares

Europa Press Sociedad
Actualizado: domingo, 26 febrero 2012 12:31

MADRID 26 Feb. (EUROPA PRESS) -

El arzobispo castrense, monseñor Juan del Río, ha manifestado la necesidad de crear más plazas para capellanes castrenses, tarea que depende del Ministerio de Defensa, para completar la plantilla que en la actualidad cuenta con 82 capellanes en activo y que necesita el apoyo de 38 más, ya que, según ha advertido, se han quedado "muchos lugares sin atender".

Así, ha indicado el caso de la Fragata Galicia que próximamente emprenderá su camino hacia Estados Unidos y que, según ha señalado monseñor Del Río, necesita salir con un capellán a bordo porque los marineros pasarán la Semana Santa en el barco.

No obstante, ha asegurado, en declaraciones a Europa Press, que se están dando los pasos para completar la plantilla de capellanes y, por parte del arzobispado castrense, ha destacado que en el Seminario Castrense cuentan en este momento con 14 seminaristas que han recibido una formación específica y de los que este año se ordenará a cuatro.

Monseñor Del Río ha destacado que en los tres años y medio que lleva como arzobispo castrense, las tropas españolas destacadas en el extranjero, tanto en Afganistán como en el Líbano así como en otras misiones internacionales como las del Índico, siempre han estado atendidas por un capellán castrense con los medios pastorales necesarios para desenvolverse pastoralmente.

Así, cuando se acaban las sagradas formas o se acaba el material por desgaste de libros, se envía una nueva partida. Ahora, según ha apuntado, acaba de destinar al Líbano al delegado de pastoral juvenil que se ha encargado de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) castrense, Carlos Manjón, y también ha aprovechado para llevar material para la capilla.

Además, ha anunciado que se van a tirar 3.000 ejemplares de un libro editado por la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC) titulado 'Las armas de la fe' compuesto por los cuatro evangelios, los Hechos de los Apóstoles, un devocionario y una síntesis del catecismo de la Iglesia católica, que será flexible y estará mimetizado, es decir, con las pastas del color del uniforme de los soldados, para que lo puedan llevar en la cartuchera.

Según ha indicado monseñor Del Río, la misión que desarrollan los capellanes castrenses en las misiones internacionales tiene "un plus de humanidad" y es "verdaderamente meritoria e insustituible" porque, es "un derecho del militar creyente ser asistido espiritualmente en la religión que profese" que, en más del 90 por ciento de los casos, según ha apuntado, es la católica.

RESPETO A TODAS LAS CONFESIONES

En cualquier caso, ha remarcado que los capellanes tienen "un alma ecuménica" y que los militares de otra confesión también son atendidos "correctamente". De hecho, ha recordado que en Ceuta y Melilla, donde hay una presencia mayor de musulmanes, son asistidos "perfectamente". "En el hecho religioso en las fuerzas armadas hay que respetar la diversidad y la libertad y esto está asegurado", ha afirmado.

En esta línea, monseñor Del Río ha indicado que vivir la fe en misiones internacionales es "muy interesante" porque el capellán tiene una misión específica de acompañamiento y vive la misma vida que el militar para comprenderle y servirle mejor. Así, ha destacado que el capellán se encuentra en las mismas circunstancias y condiciones de "movilidad, riesgo, vocación y defensa de los grandes ideales como la libertad, la justicia y la seguridad de un país".

Por ello, cuando hay víctimas militares de atentados terroristas, para el capellán es "un desgarro" porque ha convivido con esas personas las 24 horas del día y, en los funerales castrenses la presencia del dolor es "muy fuerte", según ha precisado.

BAUTIZOS, COMUNIONES Y CONFIRMACIONES

No obstante, en general, los capellanes que regresan describen su experiencia como "maravillosa", tal y como han indicado los dos capellanes que han llegado hace poco de Afganistán donde han oficiado bautizos, primeras comuniones y confirmaciones de militares.

En esta línea, el arzobispo castrense ha asegurado que los bautizos en su arzobispado son "muy frecuentes", tanto que, según ha indicado, lleva más bautizos de adulto en su puesto actual que durante los ocho años que fue obispo de Jerez. Este hecho se debe, a su juicio, a que las personas que se enrolan en las tropas, por lo general, no han pasado por parroquias ni colegios religiosos y, por este motivo, ha indicado que se debe empezar con una evangelización sencilla.

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