MADRID, 1 Nov. (EUROPA PRESS) -
El desarrollo de la Sociedad de la Información en España requiere de la evolución del actual modelo regulatorio a otro distinto que incentive la creación de nuevas redes y la innovación de los servicios.
Esta es la principal conclusión de un estudio realizado por la Asociación de Internautas, difundido hoy, que advierte de las posibilidades reales de que España "pierda el último tren de la Sociedad de la Información, con los consecuentes retrasos económicos y sociales que esto conllevaría".
Según la Asociación, mientras que España es la octava economía del mundo, figura en los puestos 32, 32, 26 y 21 en las clasificaciones de los principales índices mundiales que miden el desarrollo de la Sociedad de la Información.
En la comparación con Europa, la asociación indica que "España nunca ha podido alcanzar la media europea en penetración de banda ancha". Según sus datos, la diferencia con la media europea era en el año 2004 de 1,39 puntos, en 2005 de prácticamente un punto, y en 2006 experimentaba un marcado retroceso de hasta 1,88 puntos (el peor posicionamiento registrado hasta la fecha). A julio 2007, esta diferencia es de 1,4 puntos con respecto a la media europea de los 27 países, que se encuentra en el 18,2%.
Para la Asociación de Internautas esta situación es fruto del "empecinamiento" de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) en mantener el vigente modelo regulatorio, que se ha agotado en casi una década de intentar salvaguardar a toda costa la viabilidad de los operadores revendedores frente a los operadores propietarios de redes.
Este modelo, basado en "regulación asimétrica", viene ejerciendo, a juicio de la asociación, un efecto "inhibidor sobre la inversión en nuevas redes, la innovación y la aparición de ofertas diferenciadas, que está perjudicando gravemente a los derechos y los intereses de los usuarios".
Por ello, para esta asociación, "la última posibilidad" de España para acceder a la Sociedad de la Información pasa necesariamente por una nueva normativa regulatoria para las telecomunicaciones que favorezca la inversión y la innovación, y posibilite el despliegue de redes de banda ancha de nueva generación, al tiempo que no penalice el esfuerzo inversor de los operadores para incorporar la amplia gama de productos diferenciados que las tecnologías de las telecomunicaciones está en disposición de ofrecer a los ciudadanos.
"El esfuerzo que toda la sociedad española tiene que hacer para no perder el último tren de las redes de banda ancha de nueva generación es incompatible con los actuales criterios regulatorios basados en la promoción de la reventa de los servicios", asegura el estudio de la asociación.
