MADRID, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
La entrada de una borrasca atlántica al oeste de la Península, prevista para este viernes, volverá a provocar la inestabilidad atmosférica en gran parte del país durante el puente de mayo ya que dejará lluvias intermitentes y un descenso de las máximas de hasta cinco grados de temperatura, según ha explicado a Europa Press el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Ángel Rivera.
Rivera ha explicado que, entre este miércoles y el jueves, se esperan tormentas en el interior peninsular, sobre todo en la mitad oriental y centro, que serán "poco importantes" y se disiparán por la noche. En cualquier caso, el tiempo será soleado y las temperaturas irán en ascenso.
Sin embargo, a partir del viernes, se producirá una situación "no igual pero sí parecida" a la de Semana Santa debido a la entrada de una borrasca atlántica "muy activa" cuyas consecuencias se notarán hasta el martes. En concreto, la inestabilidad será mayor en la vertiente atlántica, de carácter intermitente en la mediterránea y menor en el litoral cantábrico.
Por ello, durante el puente de mayo, habrá "una inestabilidad continua, con lluvias intensas y periodos de sol", según ha especificado Rivera, que ha recordado que "se trata de un tiempo típico de la primavera". En cualquier caso, ha advertido de que se pueden producir "tormentas fuertes en el Mediterráneo con viento de Levante".
En cuanto a las temperaturas, las máximas bajarán a partir del viernes entre tres y cinco grados con respecto a los valores de este miércoles, mientras que las mínimas "apenas experimentarán variaciones". "No hará frío pero el ambiente será más fresco", ha puntualizado Rivera. A partir del martes, se espera una mejoría respecto a los días anteriores.
