El Vicario de Roma dice que Juan Pablo II defendió al hombre ante Estados e instituciones

Europa Press Sociedad
Actualizado: sábado, 30 abril 2011 23:00

ROMA 30 Abr. (de la enviada especial de Europa Press Laura Ramírez) -

El Vicario para la diócesis de Roma, el cardenal Agostino Vallini ha afirmado, durante la vigilia celebrada este sábado en el Circo Massimo de Roma con motivo de la beatificación de Juan Pablo II, que el Santo Padre defendió "firmemente" al hombre ante todo tipo de "Estados e instituciones internacionales" que, por otra parte, según ha señalado, "le respetaban y rendían homenaje reconociéndolo como un mensajero de paz y justicia".

En este sentido, ha remarcado que, como testigo de una época "trágica" de las grandes ideologías, los regímenes totalitarios y de su ocaso, puso su atención en la persona humana para que fuese "la protagonista" del tránsito hacia la época moderna.

En esta línea, ha subrayado que el Papa polaco impulsó al hombre a desarrollar su potencial para vivir como una persona "libre" y para "cooperar en la realización de una humanidad más justa y solidaria". De hecho, ha recordado que Juan Pablo II dio ejemplo a través de su "amor tierno" por todos los "heridos por la vida -como llamaba él a los pobres, enfermos, excluidos--".

En cualquier caso, por quien mostró un "amor singular", a su juicio, fue "por los jóvenes" pues les consideraba "la riqueza de la iglesia y de la sociedad" y ha señalado que, por ellos, creó las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), cuya próxima edición se celebrará en Madrid el próximo mes de agosto.

En una vigilia plagada de cantos y música inspirada en Juan Pablo II, el cardenal Vallini ha recordado que Roma "siente veneración, afecto, admiración y una profunda gratitud" hacia Juan Pablo II. Además, ha destacado que, "seis años después de la muerte del gran Papa", su memoria está "particularmente viva en la Iglesia y en el mundo".

De su vida, el cardenal Vallini ha destacado, sobre todo, "el testimonio de su fe, una fe convencida y fuerte, libre de miedos y compromisos, coherente hasta el último suspiro, forjada en la prueba, desde la fatiga hasta la enfermedad cuyo influjo benéfico se ha difundido en toda la Iglesia e incluso en todo el mundo".

Ante miles de peregrinos, sobre todo jóvenes, que han asistido a la vigilia que precede a la beatificación de mañana, el cardenal Vallini ha destacado que Cristo "era el inicio, el centro y el vértice de cada jornada de Juan Pablo II y el sentido y el fin de su acción".

No obstante, ha pedido que su recuerdo no signifique "un regreso al pasado" sino "un impulso para mirar hacia delante". "Resuenan en nuestro corazón esta noche las palabras que escribió en su Carta apostólica 'Novo millennio ineunte', al final del Gran Jubileo del Año 2000: '¡Caminemos con esperanza! Un nuevo milenio se abre ante la Iglesia como un océano inmenso en el cual hay que aventurarse, contando con la ayuda de Cristo'", ha dicho.

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