Cáritas de Tarragona aboga por desarrollar una red de solidaridad de las parroquias

TARRAGONA 28 Feb. (EUROPA PRESS) -

Continuar y reforzar el trabajo con los más necesitados, promocionar las Cáritas de base o parroquiales y establecer enlaces entre las distintas Cáritas del territorio, son los principales objetivos del organismo en Tarragona para este próximo año.

Según explicó la directora territorial de Cáritas Diocesana, Carme Borbonés, en 2007 se hará un seguimiento y valoración de los nuevos marcos legislativos en temas como la ley de la dependencia, los servicios sociales o la acogida de inmigrantes "para ver en que medida podemos atender mejor a las personas que tienen estas necesidades y vulnerabilidades".

Igualmente, se irán adecuando los proyectos actuales "a las nuevas necesidades y circunstancias de las personas que se acercan a Cáritas". La entidad quiere desarrollar esta red de solidaridad "fortaleciendo y dinamizando los grupos parroquiales de las Cáritas haciendo que se sumen esfuerzos y se compartan experiencias para que los voluntarios puedan llevar a cabo su trabajo con más eficacia".

Por otro lado, se ha realizado una inversión de 400.000 euros para "optimizar recursos" y que las dependencias de Cáritas se centralicen desde el verano en un solo espacio en el centro de Tarragona, en la calle de l'Assalt. Allí se ubicarán la Interparroquial, atención a la inmigración y el Centro Catalán de Solidaridad. No se trasladará, no obstante, la sede que está en el arzobispado.

En la Archidiócesis de Tarragona hay 85 Cáritas parroquiales y 8 arciprestales constituidas. Cuenta con 993 voluntarios y 40 personas contratadas que desarrollan actualmente 9 programas específicos que integran 39 proyectos distintos para ámbitos variados como los Sin Techo; la Infancia y la Juventud; la Inmigración o la Toxicomanía, entre otros.

En el caso de los Sin Techo, la Casa del Transeúnte de Tarragona, gestionado por Cáritas, acogió en 2006 cerca de 900 personas, muchas de ellas de origen inmigrante. Mayoritariamente sus inquilinos se quedan entre medio año y un año a la espera de recibir otros servicios asistenciales.