MADRID, 29 May. (EDIZIONES) Esta área de bajas emisiones, que es uno de los más restrictivos de toda Europa, ocupa en total 88 kilómetros cuadrados, bastante más grande que los algo más de 4 kilómetros cuadrados de Madrid Central, en una zona en la que vive más de un millón de personas. La capital holandesa cuenta con una zona de bajas emisiones que ocupa casi toda la ciudad aunque hasta el momento solo afecta a motocicletas, taxis, furgonetas y autobuses que usen diesel. El Ayuntamiento ya ha anunciado que dentro de dos años prohibirá la entrada a los coches diésel que sean anteriores a 2005 y su objetivo es que en 2030 solo puedan entrar los vehículos de cero emisiones, algo que se aplicará tanto a los coches privados como al transporte público.