Celos entre hermanos: cómo enseñar a mi hijo a ser hermano mayor

Dos niños jugando
MIGUEL VIDAL / REUTERS
Actualizado: viernes, 15 diciembre 2017 12:22

MADRID, 19 Nov. (EDICIONES, psicóloga María Martín) -

Carla es una niña de 3 años muy alegre y extrovertida. Hasta la llegada de su hermano siempre ha sido la reina de la casa. Bruno, su nuevo hermanito, ha pasado a ser el protagonista de todas las visitas y carantoñas.

Desde su llegada a casa, Carla ha empezado a despertarse varias veces por la noche, ha vuelto a hacerse pis cuando ya sabía controlarlo, no quiere comer y tal como comentan sus padres, está más revoltosa.

Al principio, ellos pensaron que el cambio se debía al desarrollo evolutivo de Carla. Después y tras comentarlo con amigos que también tienen hijos de esa edad, se han dado cuenta de que son celos hacía su hermano. Sus profesoras también lo confirmaron.

Los celos entre hermanos son muy habituales. Son un conjunto de sentimientos basados en el odio y rechazo hacia las figuras de apego, que son las personas de referencia para el niño, suelen ser padres, abuelos, tíos. Están motivados por la presencia de un nuevo miembro en la familia que les hace compartir parte de la atención de sus padres y personas que les rodean.

En varios estudios realizados recientemente se encontró que entre el 39% y el 50% de los niños reaccionan con celos ante la interacción de los padres con otro hermano más pequeño. Suele empezar alrededor del año y medio, aunque la edad de inicio puede ser diferente dependiendo de cada niño.



¿QUÉ TIPOS DE RESPUESTAS SON LAS HABITUALES?

-"Mi hijo mayor está continuamente enfadado y tiene respuestas desproporcionadas ante el bebé. Grita, le hace rabiar e incluso intenta morderle".

-"Cristina ha dejado de comer y dormir bien, hábitos que ya tenía conseguidos. También parece que empieza a hacer cosas de cuando era más pequeña, está continuamente llamando la atención".

-"Gabriel, el mayor no deja en paz al pequeño. Veo que si no estamos pendientes pueden llegar a agredirse físicamente entre ellos".

-"Cuando llegó la pequeña, Jorge automáticamente dejó de obedecer y sus rabietas eran continuamente y en todo lugar, le daba igual que estuviéramos en casa, en el colegio, con amigos...".

Un nuevo miembro en la familia cambia la dinámica que hasta ese momento se había establecido. El hermano mayor suele sentirse incómodo en determinadas ocasiones y responde de forma negativa ante estos cambios. La rivalidad entre hermanos es un aspecto que los padres tienen que manejar.



¿QUÉ PODEMOS HACER?

1.-Es conveniente preparar al hermano mayor para la llegada del nuevo integrante de la familia.

-Explica la situación con anterioridad. Cuanto más tiempo tenga el niño para hacerse a la idea, mejor. Así le damos seguridad.

-Habla con él sobre los cambios físicos que tiene su madre en el embarazo  y responde a todas las preguntas que le surjan.

-Enséñale fotos de cuando era bebé, le ayudará a situarse y entender el proceso que va a vivir.

2.- Atender sus dudas y sus preguntas: qué va a pasar cuando sus padres estén en el hospital para el nacimiento del nuevo miembro en la familia y anticipar cambios, explicándole muy bien qué implica ser hermano mayor.

-Tener un papel activo en la preparación de la llegada del nuevo bebé es fundamental para el hermano mayor: hacerle partícipe en la elección del nombre de su hermanito, en la  preparación de la bolsa antes de ir al hospital, o cuando se prepara su nueva habitación pidiéndole opinión y dejándole decidir en la medida en la que estimemos oportuno.

-Planificar el primer encuentro entre los hermanos puede ser un momento muy importante para reforzar su papel dentro de la familia. Tratar que sea lo más íntimo posible.

-Explicarle que va a ser una referencia para el nuevo hermano, un modelo al que seguirá y en el que se apoyará.

- Involucrar al hermano mayor en las tareas que esté preparado para llevar a cabo de cuidado e higiene del bebé.

3.- Procura alterar lo menos posible la rutina del niño. Las rutinas le dan seguridad y control. Saber a qué hora se va a levantar y cuando le toca hacer los deberes, el horario de la cena y cuándo lavarse los dientes pueden ser algunos ejemplos.

-Establece muy bien períodos de tiempo en los que puedas estar con él sin regañarle.

-Valórale y anímale cuando "sea mayor" e intente esforzarse.

-Atiende sus demandas y dudas. Dale espacios para que hable y escúchale.

-Evita en la medida de lo posible prestar atención cuando se produzcan conductas que no sean coherentes con su edad. Así le ayudarás a minimizarlas.

-Si hay conductas con agresividad, siempre y cuando no se hagan daño, es recomendable dejar que solucionen ellos el conflicto entre sí. Evita posicionarte.

-No es recomendable estar continuamente tratando de que compartan juguetes. Los niños necesitan establecer ciertos límites y vínculos con sus hermanos a través de las posesiones (juguetes fundamentalmente).

-Evita comparaciones entre ellos "Tu hermano siempre hace lo que le pido y tú no haces ni caso", "Eres un irresponsable, no como tu hermana".

La presencia de un nuevo hermano en la familia no sólo influye al hermano mayor. En la mayoría de los casos, también suponen el primer paso de los padres para aceptar que su primer hijo ya no es un bebé.

¡Puedes ayudarle a ser mayor!



¿CUÁNDO ACUDIR A UN PROFESIONAL?

Si alguna de las anteriores conductas se repiten durante un tiempo prolongado y están creando malestar en la familia o en alguno de los miembros de esta, es recomendable consultar con un psicólogo infantil.

"Ser hermano mayor es incluso mejor que ser un superhéroe" (Marc Brown)

María Martín Vivar

Psicóloga infantil

Para saber más puedes consultar estos libros:

¡Claro y yo qué!: Celos infantiles.

"Mi hijo tiene celos".

"Celos y rivalidad entre hermanos".

Y también para ellos:

"Cuando estoy celoso"

"Ana no quiere crecer".

"Yo soy el mayor".