Cinco años de cárcel para la ex propietaria de un local por exceso de ruido

Actualizado: lunes, 16 marzo 2009 21:33

BARCELONA, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -

La antigua propietaria de un local del Raval, en Barcelona, María del Carmen A.V., ha sido condenada a cinco años y seis meses de prisión y a pagar una multa de 11.250 euros por un delito contra el medio ambiente en concurrencia ideal con tres delitos de lesiones, por los daños psíquicos que causó a los vecinos, quienes sufrieron insomnio, estrés y depresión.

Pocos días después de su inauguración, en abril de 2005, los vecinos denunciaron por primera vez el ruido excesivo del local, situado en la calle Nou de la Rambla. Desde entonces y hasta mayo de 2006, la Guardia Urbana hizo diez inspecciones, los técnicos municipales realizaron cinco mediciones --registrando hasta 43,7 decibelios, cuando el límite es de 35-- el Ayuntamiento de Barcelona dictó cuatro órdenes de clausura, que la acusada quebrantó tres veces.

Se da la circunstancia de que por primera vez, el responsable de un bar musical es condenado, además de por el exceso de ruido, por lesiones pues los afectados desarrollaron un síndrome ansioso-depresivo. El tribunal de la Audiencia de Barcelona que juzgó a María del Carmen A.V. recuerda en la sentencia que el ruido "se ha utilizado como método de tortura y hasta para conseguir el enloquecimiento de las personas".

El local ya ha solucionado los problemas por los que fue denunciado a través de medidas correctoras pactadas con los mismos vecinos que le denunciaron, según informó hoy la Federación Catalana de Actividades Recreativas Musicales (Fecasarm).

Tras el conflicto con los vecinos, el local fue traspasado a un nuevo titular que acordó con los vecinos medidas correctoras y se acogió al Pacto por la Convivencia Nocturna (PCN), que garantiza que no se producirá ninguna vulneración de la normativa acústica.

Actualmente el local funciona sin problemas, cosa que para la Fecasarm evidencia que "sólo los mecanismos de solución extrajudicial a este tipo de conflictos --totalmente evitables-- entre los locales de ocio nocturno y los vecinos pueden poner fin de manera definitiva y con todas las garantías" a este tipo de casos. Además, destacó la importancia de las campañas de civismo y concienciación.