MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 16 años y nueve meses de prisión el portugués Joao Fernando C.M. como autor de un delito de homicidio cometido contra su pareja en Chozas de Canales (Toledo), a quien asesinó a golpes con un jarrón de cristal que le seccionó la yugular y la arteria carótida.
En una sentencia, la Sala condena al acusado por los delitos de homicidio, con la agravante de parentesco y la atenuante de confesión, maltrato familiar y quebrantamiento de medida cautelar. Además, deberá indemnizar con 130.000 euros a los hijos de la víctima, con 70.000 euros a sus padres, y a su hija menor con 100.000 euros.
La sentencia se produce después de que un jurado popular declarase culpable al procesado al considerarle autor de los delitos de los que se le acusa. El veredicto se produjo después de que la fiscalía mantuviera su solicitud de pena de 17 años de cárcel.
Según la resolución, el acusado había reanudado la convivencia con su pareja, a pesar de que se lo prohibía una orden de alejamiento impuesta a raíz de una condena por malos tratos.
Sobre las 20.15 horas del 25 de julio de 2009, el procesado comenzó una fuerte discusión con su pareja, en presencia de una de sus hijas de cinco años. El hombre cogió un jarrón de cristal y golpeó a la víctima en repetidas ocasiones en la cara y en la cabeza.
Los golpes le seccionaron la vena facial, la yugular y la arteria carótida. Además la mandíbula, lo que le causó un shock hipovolémico que le produjo la muerte de forma inmediata.
BRUTALIDAD EN LA AGRESIÓN
En su informe, la fiscal destacó la brutalidad con la que se produjo la agresión, ya que la mujer recibió al menos 3 ó 4 golpes, según la prueba forense conforme a las salpicaduras de la sangre a diferentes niveles. De hecho, la menor que presenció el crimen, de 5 años, relató en su declaración que su padrastro golpeó en cinco ocasiones a su madre.
"La víctima murió delante de su hija, quien trató de auxiliar a su madre. La niña resultó herida con hematomas de ocho centímetros causados por un golpe directo", indicó la fiscal, al tiempo que ha reseñado que no se trató de un accidente, sino de un homicidio porque "el golpe se realizó para matarla".
Asimismo, la representante del Ministerio Fiscal se opuso a apreciar la atenuante de confesión, puesto que el procesado mintió cuando relató lo sucedido a la Policía. Poco después de cometer el crimen, el hombre manifestó a un policía municipal que había tenido una discusión con su mujer y que ésta le había intentado atacar con un cuchillo de cocina.
Según el fiscal, los hechos se produjeron durante una pelea, en cuyo transcurso el acusado golpeó en repetidas ocasiones a la mujer con un jarro de cristal, con el que le seccionó la yugular y la artería carótida. La hija de la menor, que se encuentra bajo tratamiento psiquiátrico, trató de socorrer sin éxito a su madre, taponando las heridas, que finalmente le ocasionaron la muerte por un shock hipovolémico.
