Condenado a 9 años de cárcel por estrangular a su mujer en Barcelona y confesar pensando que la había matado

Actualizado: lunes, 18 enero 2010 13:40

BARCELONA, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Barcelona ha condenado a 9 años de prisión a un hombre que estranguló a su mujer con una cuerda en su casa en Vilassar de Dalt (Barcelona) y la arrastró hasta el garaje pensando que estaba muerta. El procesado, que también deberá indemnizar a la víctima con 13.724 euros, acudió después a una comisaría de los Mossos y confesó haber matado a su mujer.

En la sentencia se considera probado que el 29 de septiembre de 2008, el condenado, Vicente L.R. aprovechó que su mujer, Marta V.A., descansaba en el sofá del domicilio familiar en la calle Tarragona de Vilassar de Mar, para colocar "de forma sorpresiva" una cuerda alrededor de su cuello e intentar estrangularla sin que ésta pudiera oponer resistencia.

Cuando Marta V.A dejó de moverse, su marido pensó que estaba muerta y la bajó al garaje de la casa, intentando ponerla en el maletero de su coche. Como pesaba mucho, la dejó allí y se dirigió a la comisaría, donde aseguró a los agentes que acababa de matar a su pareja. Cuando la policía llegó al lugar, pudo retirar la cuerda del cuello de la mujer, que no había muerto, aunque sufrió varias heridas.

El alto tribunal considera que Vicente L.R. es autor de un delito de asesinato en grado de tentativa, ya que "no cesó su acción hasta que creyó que la víctima estaba muerta" y utilizó una cuerda de escalada "que le permitía un mejor aseguramiento del resultado". También ha considerado la agravante por parentesco y las atenuantes por confesión y por tener disminuidas sus capacidades.

La defensa del acusado solicitaba la eximente completa de enajenación mental, pero la Audiencia ha considerado que, pese a tener una "baja autoestima", el trastorno que presentaba "no anulaba su conciencia y voluntad", ya que "sabía lo que hacía".

Durante el juicio, Vicente L.R, explicó que "solo apretó la cuerda" y no sabía si tenía intención de matar a su mujer. Una de las hijas del matrimonio, a la que la madre echó de casa, declaró en el juicio a favor de su padre y aseguró que "no le extrañó" cuando su madre le contó lo sucedido y que su padre "no tenía ni voz ni voto en casa" y que siempre "se hacía todo como la madre quería", incluso le controlaba el tratamiento psiquiátrico y psicológico al marido y asistía a todas las sesiones.