El Consejo de Estado de Francia declara "ilegal" la prohibición de los transgénicos en este país

Campo De Maiz, Transgénicos
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 29 noviembre 2011 13:04

MADRID, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Consejo de Estado de Francia ha declarado ilegal la prohibición de los transgénicos en este país, reafirmando la decisión del Tribunal de Justicia Europeo del mes de septiembre, que catologó como "ilícita" esta restricción, según ha informado Fundación Antama.

Antes de su prohibición, Francia sembraba 21.000 hectáreas de maíz transgénico y era el segundo país europeo por detrás de España con mayor superficie dedicada al cultivo de semillas modificadas genéticamente.

Además, Fundación Antama subraya que ni el tribunal europeo ni el Consejo de Estado de Francia han presentado "ninguna" evidencia científica que justifique riesgo alguno para la salud o el medioambiente a causa de estos cultivos.

Así, de acuerdo a la legislación europea en vigor, la cláusula de salvaguarda sobre cultivos transgénicos puede ser invocada sólo en el caso de que exista una situación real de riesgo para la salud humana o animal o para el medio ambiente.

Mientras, el principal asesor legal del Tribunal de Justicia Europeo, el abogado Paolo Mengozzi, ha insistido en que "tan sólo" la Unión Europea tiene competencias para prohibir el cultivo de transgénicos, por lo que el Gobierno de Francia no tenía ni tiene autoridad para prohibir su cultivo ni pedir dicha restricción en base a los riesgos hipotéticos no evidenciados.

En 2010 la superficie mundial de cultivos transgénicos alcanzó 148 millones de hectáreas en 2010, el equivalente a todo el territorio de Estados Unidos. Del total de agricultores que cultivaron transgénicos en todo el mundo, el 93,5 por ciento fueron pequeños agricultores de países en vías de desarrollo.

A este respecto, la representante de la Asociación Europea de Bioindustrias (EuropaBio), Carel Du Marchie Sarvaas, ha manifestado que ahora son los líderes políticos franceses los que deben decidir si quieren recuperar "su posición como líderes en innovación agrícola" o si quieren seguir apoyando una agenda "estratégica anti-ciencia que debilita la competitividad de Europa".