MADRID, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, negó este jueves que la reforma de la Ley de Extranjería exija a los inmigrantes ser residentes legales para poder inscribirse en el padrón municipal, lo que automáticamente les cerraría las puertas a la sanidad y a la educación pública, hecho que fue denunciado el miércoles por distintas organizaciones sociales.
Tras la votación en el Congreso de la reforma, que el jueves superó su primer trámite, el ministro rechazó que con la nueva ley los extranjeros que carezcan de tarjeta de residencia no vayan a poder empadronarse. A su juicio, ésa es una "interpretación interesada" que no se corresponde con la realidad.
"La reforma no contempla de ninguna de las maneras cambiar el procedimiento por el que actualmente una persona se empadrona en España", recalcó Corbacho, quien además aclaró que cualquier cambio en este sentido debería realizarse a través de la ley que regula el padrón.
Corbacho respondía así a las acusaciones de Cear, Cáritas Española y la Red Acoge, que ayer aseguraron que si sale adelante el redactado actual de la reforma de la Ley de Extranjería los inmigrantes que se encuentren en España en situación irregular quedarán fuera de la sanidad y la educación públicas porque no podrán empadronarse.
