MADRID 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
Dos de cada tres africanos (70,28%) viven en Territorios de Misión, es decir, en lugares hasta los que han llegado los 'Padres Blancos' --nombre con el que se conoce a los misioneros en África-- y donde ya hay 399 obispos nativos o autóctonos. En este continente se encuentran el 60% de los seminarios ayudados por la Obra de San Pedro Apóstol de Obras Misionales Pontificias (OMP), que el próximo 28 de abril celebrará la Jornada de Vocaciones Nativas.
Precisamente, con el dinero recaudado con motivo de la Jornada de Vocaciones Nativas del año pasado, OMP envió un total de 15,5 millones de euros para sostener la formación del 70,9 por ciento de los 79.064 seminaristas que hay en el continente africano y ayudó a 3.502 novicios (el 62,4% mujeres) y a 1.364 formadores. Concretamente, OMP España destinó la mayoría de lo recaudado a África, en especial a República Democrática del Congo.
Además, gracias a la labor de los misioneros, en los Territorios de Misión en África ya hay 399 obispos nativos, como el obispo de Gaoua (Burkina Faso), monseñor Modeste Kambou, que se encarga de una diócesis de 11.000 kilómetros cuadrados en la que se hablan diez lenguas diferentes y que asegura que "la proximidad con los misioneros" es lo que hizo nacer en él su deseo de ser sacerdote.
Modeste Kambou estudió en la escuela de la misión y fue alumno de Eugenio Bacaicoa, Padre Blanco y misionero durante más de 30 años en Chad y Burkina Faso. Bacaicoa llegó con 25 años a Burkina Faso, y empezó a vivir con la tribu Lobi. Tal como explica, lo más importante de ser misionero es aprender a vivir y hablar como ellos. En esa época, Modeste Kambou tenía cuatro años.
"Recuerdo que los niños hacían una fila para venir a la Iglesia. Modeste siempre iba el primero", cuenta Bacaicoa. Años después, el misionero le acompañó en su formación vocacional, y le acompañó incluso en su ordenación episcopal como primer obispo de Gaoua, el 18 de febrero de 2012.
Por su parte, el obispo Kambou recuerda su infancia y su trato con los Padres Blancos y las Misioneras Franciscanas de María y describe a Eugenio Bacaicoa como "un buen guitarrista" que les enseñó "a cantar 'Guantanamera' en español".
Bacaicoa explica que cuando él llegó a la misión había nueve sacerdotes en la diócesis y treinta años después, ya hay 160. "Hicimos todo lo que pudimos para promocionar el clero autóctono", afirma este misionero.
Para el obispo de Gaoua, las raíces religiosas y culturales de los africanos, junto con la inseguridad y la violencia que sufren, pueden abrir el corazón de los africanos a Dios. "Los medios presentan África como un lugar de miseria y sufrimiento, pero la población es feliz en su contexto de vida", asegura.