Se duplica en diez años en España el número de adolescentes responsables de conductas problemáticas y actos vandálicos

Europa Press Sociedad
Actualizado: miércoles, 31 enero 2007 15:13

MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -

El número de adolescentes que admite haber protagonizado conductas problemáticas y vandálicas se ha duplicado en los últimos diez años coincidiendo con un elevado consumo de alcohol y una ausencia de satisfacción vital en este colectivo, según las conclusiones de un estudio realizado por expertos del Departamento de Sociología de la Universidad de Salamanca y dirigido por el profesor Fernando Gil Villa.

En concreto, la investigación, en la que han participado 2.006 escolares de 14 a 18 años que cursan enseñanzas secundarias en centros públicos, pone de manifiesto que el 30 por ciento de estos adolescentes han conducido alguna vez sin permiso, frente al 20 por ciento de 1995; así como que el 31,6 por ciento ha robado alguna vez en una tienda (frente al 23,2 por ciento de 1995).

Asimismo, el 23,4 por ciento admite haber participado en actos vandálicos (el 16 por ciento en 1995) y el 38,2 en riñas o peleas, 22 puntos más que hace diez años.

Este incremento de las conductas infractoras se produce de forma simultánea a otras conductas problemáticas, como el consumo de alcohol y drogas en este colectivo. Así, según el mismo estudio el 25,8 por ciento de los adolescentes admiten beber el equivalente a más de 5 ó 6 copas, lo que según los autores "supone que el consumo medio de alcohol es arriesgado o perjudicial en uno de cada cuatro adolescentes españoles".

De hecho, según recuerdan los responsables del estudio, la Organización Mundial de la Salud establece que el consumo de alcohol sería arriesgado para los hombres a partir de 40 gramos, por lo tanto a partir de la quinta cerveza (bebida fermentada), o del tercer cubata (bebida destilada), o de la tercera y el segundo respectivamente para el caso de las mujeres. Y sería perjudicial a partir de 60 o de 40 gramos respectivamente. Cabe destacar que el 61,1 por ciento de la muestra reconoce consumir bebidas destiladas "al menos" una vez al mes.

Al mismo tiempo, más de la mitad de los escolares de la muestra (el 52,8 por ciento) han confesado que tienen amigos que se han desmayado bebiendo.

Tras indicar que existe "una gran diferencia" entre el consumo de drogas legales e ilegales, los autores señalan que el 55 por ciento ha fumado alguna vez (fumando en la actualidad el 21,5 por ciento), mientras que un 28,2 por ciento de los encuestados admite haber probado la marihuana o el hachís, si bien la mitad de ellos no ha consumido estas sustancias durante el último mes. Asimismo, un 4,4% confiesa haber consumido cocaína y un 3% éxtasis y drogas de diseño.

El estudio pone de relieve que estas diferencias en el consumo de drogas legales e ilegales "son mayores si tenemos en cuenta la frecuencia del consumo, fundamental para hablar de adicción", ya que la mitad de los que admiten haber probado alguna vez la cocaína y dos terceras partes de los que han probado las drogas de diseño, afirman que no las han consumido durante el último mes.

EXTENSIÓN DEL PERFIL INFRACTOR.

En lo que se refiere a conductas infractoras, se distinguen dos niveles: los chicos y chicas que han cometido actos delictivos y están bajo tutela, que según estadísticas oficiales han pasando de 6.020 en el 1999 a 12.941 en el 2002; y los que no han pasado por los juzgados ni han sido denunciados, pero que admiten haber roto normas básicas, que se ha duplicado en los últimos diez años.

Para los autores del presente estudio, el perfil del adolescente infractor "se diluye", de forma que "la conducta es asumida por igual ya estudien en colegios públicos y privados, sean chicos y chicas, de pueblo o ciudad, vivan en barrios populares o de clase media o tengan sus padres estudios superiores o primarios".

ADOLESCENTES NO SATISFECHOS.

A juicio de los especialistas, en el fondo de estas conductas figura que un tercio de los encuestados se sienta con bastante o mucha frecuencia agobiado o en tensión, y acabe confesando no estar muy satisfecho con su vida. En este contexto, "el consumo excesivo de alcohol y los comportamientos violentos pueden convertirse en problemas pero son en realidad síntomas que expresan una compleja situación problemática en la que se ve inmersa la juventud en la actualidad".

Ante el actual "modelo de egoísmo y autorrealización, baja valorización del esfuerzo y la disciplina, hábitos de consumo desmedido", Gil Villa recomienda a los padres que eduquen con el ejemplo y se impliquen más en la vida de sus hijos, "demostrando interés por la educación de sus hijos, yendo a los centros y practicando hábitos que desean ver en ellos, como el deporte, y por supuesto dejando de practicar aquello que no desean ver en sus hijos".

Por último, el estudio apunta que padres y profesores necesitan aprender a detectar las señales que indican bajo autocontrol de los adolescentes para poder intervenir sobre ellas penalizándolas. De este modo, desde la educación infantil debe insistirse en la posposición de las gratificaciones.

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