MADRID, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
Expertos esperan que la Asamblea General del Sínodo de los Obispos sobre la familia que comienza este domingo en el Vaticano aborde temas que pasaron "de puntillas" en la primera reunión del año pasado como el papel de los padres en la educación de sus hijos, la preparación al matrimonio ante el incremento de parejas que conviven sin casarse o incluso el rol de los abuelos en los hogares.
En este sentido, el catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado de la Universidad Complutense de Madrid Rafael Palomino ha recordado en declaraciones a Europa Press que el Sínodo se ocupa de muchos asuntos, no solo de los problemas de los divorciados vueltos a casar o de aquellas cuestiones específicas que afectan a la Iglesia católica en Europa o América del Norte.
Por ello, cree que se podría esperar que los cardenales, obispos, sacerdotes, religiosos y laicos que participan hablen de otros temas, como "el papel primero y principal de los padres en la educación de los hijos, la importancia de la preparación para el matrimonio o la contribución de los abuelos a la educación cristiana" porque, según ha apuntado "es un Sínodo de la familia, no del matrimonio exclusivamente".
Además, ha advertido de que los problemas que afectan a la familia en los distintos continentes no son los mismos, de forma que los padres sinodales de África o de América Latina pueden llevar a las reuniones otros asuntos, tales como la poligamia o el intento por parte de Occidente de imponer un determinado modelo de familia.
Por su parte, la profesora del Departamento de Derecho Canónico y Eclesiástico del Estado de la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Pontificia de Comillas, Carmen Peña, precisa que, aunque se ha "focalizado" mucho el asunto de los divorciados en nueva unión y aunque este tema sea "ciertamente importante", no agota toda la problemática de la familia.
"Sería bueno y es de esperar que en esta asamblea aborden otras problemáticas como el papel de los padres en la educación de los hijos, algunas pasaron de puntillas el año pasado", ha subrayado.
Por su parte, Pablo Guerrero, del Departamento de Teología Moral y Praxis de la vida Cristiana de la Facultad de Teología de la Universidad de Comillas, espera del Sínodo "un acercamiento verdaderamente compasivo y pastoral al tema de la familia" y la insistencia en la importancia de la formación para el matrimonio. Asimismo, confía en que los participantes debatan sobre la pastoral con los matrimonios que están atravesando dificultades en su relación.
En cuanto a la situación de los divorciados que se han vuelto a casar, explica que son personas en una situación que la Iglesia considera "irregular", que no están excomulgados pero que no pueden tener acceso a la Eucaristía.
"En el Sínodo del año pasado se abordó esta cuestión no solo focalizada en la comunión de los divorciados vueltos a casar sino más ampliamente, de intentar encontrar un sitio a estas personas, reconocerles todas las potencialidades porque tienen un margen de actuación grande en las parroquias que a veces hay un cierto miedo a reconocerles, habría que avanzar ahí mucho más", añade Carmen Peña que participó en la asamblea de 2014.
Para esta experta, los signos del Papa Francisco en este sentido tratan de encontrar un equilibrio entre "seguir manteniendo la verdad sobre el matrimonio, el sentido de la indisolubilidad, y a la vez con una mirada totalmente caritativa y misericordiosa" teniendo en cuenta que "los matrimonios pueden fracasar y a veces sin culpa de las partes".
Así se perfila una vía de la misericordia, según remarca Guerrero, que consiste en "estudiar los casos concretos y mirarlos con ternura" acercándose a la persona en cada situación particular de su vida.
