Expo 2008.- Zaha Hadid desea que el Pabellón Puente tengan un "uso público" tras la Muestra y sea "para la ciudad"

Actualizado: sábado, 14 junio 2008 22:31

La arquitecta diseñadora del pabellón considera que se ha logrado una pieza "casi perfecta" y "casi idéntica" al proyecto inicial

ZARAGOZA, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -

La arquitecta diseñadora del Pabellón Puente en la Exposición Internacional Zaragoza 2008, Zaha Hadid, expresó hoy su deseo de que esta infraestructura tenga un "uso público" tras la muestra y sea utilizada "por la gente de la ciudad" porque "ha sido diseñada como espacio de exposición".

El Pabellón Puente es uno de los edificios singulares de la Expo 2008, y constituye una de sus puertas de entrada, como subrayó la arquitecta en rueda de prensa.

La Muestra Internacional abrió hoy sus puertas al público hasta el próximo 14 de septiembre y en ella participan 105 países, así como otras organizaciones e instituciones, en un recinto de 25 hectáreas situado junto al río Ebro, en Zaragoza.

Hadid no descartó ningún posible uso futuro del pabellón, tampoco la ubicación de un restaurante, porque, dijo, "seguro que hay una idea ingeniosa para conseguir un sistema de ventilación" adecuado al edificio.

La arquitecta diseñadora del pabellón se felicitó porque en poco tiempo se haya podido realizar esta obra complicada, consiguiendo una pieza "casi perfecta" y "casi idéntica" al proyecto inicial, aunque reconoció que es diferente la idea de las exposiciones que se van a proyectar respecto a lo que ella había pensado, "pero eso no depende de mí", apostilló.

Hadid explicó que este pabellón es un puente que quiere "enlazar el río con su entorno", y utilizar la estructura "para crear una experiencia especial" a quien transite por él, "algo sinuoso", con una capa añadida al puente que enlaza una orilla y otra, capa esta última "para un espacio cívico y público", con áreas abiertas al exterior y otras en las que se utiliza la climatización, ya que la Expo se desarrolla en verano.

"Es un espacio relacionado con el agua y con el ocio" y que pretende aportar "otra forma de ver las cosas", que el transeúnte disfrute y la obra "pueda entrar a formar parte de la historia de la ciudad", además de contribuir a concienciar sobre la importancia del agua.

Según explicó, la estructura es como un líquido, no sólo por la transparencia sino por la vida que le den las personas que caminen por su interior, donde se pueden encontrar con otras personas y crear grupos, y porque, aunque es lineal, posee al mismo tiempo una estructura que le da movimiento, "todo dentro de un espacio de transición hacia la entrada de la Expo".

PRIMERA PUERTA DE ENTRADA.

Respecto a la cercanía de su puente con el del Tercer Milenio y con el Palacio de Congreso, otro de los edificios singulares de la Expo de Zaragoza, la arquitecta comentó que su obra "no tiene por qué estar por delante de otras" y recordó que ella no eligió el lugar.

Además, subrayó su carácter de primera puerta de entrada a la Muestra, "que da paso a otros edificios" y espacios. Asimismo, calificó el Pabellón Puente como "una capa más del tejido urbano de la ciudad", a la que "no tiene por qué darle personalidad".

Por otra parte, consideró que es demasiado pronto para afirmar que ésta es su mejor obra. Sobre el resto de edificios de la Expo, comentó que lo que había visto hasta ahora "me parece fantástico" y hay "cosas bastante bonitas".

OPTIMISMO.

En otro orden de cosas, y en respuesta los medios de comunicación, la arquitecta, nacida en Bagdad (Irak), se refirió a la situación que vive su país, un asunto "muy delicado", dijo, pero respecto al que trasmitió un mensaje positivo porque "en Oriente Medio hay cierto optimismo de que las cosas pueden cambiar".

Según comentó, en un mundo que posee prosperidad "es una lástima que haya conflictos, allí o en cualquier parte, pero allí me duele más porque siempre me he sentido iraquí, árabe", y es "doloroso" recordar lo que allí se vive, explicó.