VALENCIA 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
El ciudadano que agreda a un examinador de la Dirección General de Tráfico (DGT) se arriesga a ser condenado con dos años de cárcel, según informó hoy la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI·F), tras lograr cobertura jurídica en caso de agresiones a funcionarios públicos que trabajen para la DGT, según informó hoy la organización sindical en un comunicado.
El acuerdo se consiguió hoy tras las protestas de los funcionarios en todos los centros de trabajo dependientes de la DGT en España. En Valencia, unos 70 empleados públicos se concentraron ante la Jefatura Provincial de Tráfico de Valencia con el objetivo de manifestar su "malestar" por "la inseguridad física y jurídica que vienen padeciendo los empleados públicos, en especial los examinadores, de la DGT".
Con esta protesta, que comenzó sobre las 13.00 horas, el CSI·F persigue que se adopten las "medidas oportunas" para que el personal pueda desempeñar su labor "sin miedo a las agresiones físicas o verbales que se han multiplicado en los últimos tiempos", declaró.
En este sentido, la reivindicación de CSI·F, que se ha realizado en todos los centros de trabajo dependientes de la DGT en España, logró "uno de sus primeros y más importantes objetivos: los funcionarios que sean agredidos como consecuencia del desarrollo de sus funciones serán asesorados por los Servicios Jurídicos de la DGT".
Los Servicios Jurídicos de la DGT, agregó, "decidirán si se corresponde con un delito de Atentado a la Autoridad o a Funcionario Público". De esta manera, el CSI·F destacó que "el ciudadano que pierda los papeles recapacite porque se juega dos años de cárcel".
Además, la organización sindical aseguró que la DGT también ha accedido a convocar la Mesa Delegada de Tráfico con la máxima celeridad para tratar de estudiar otras medidas como la confección de un Protocolo de Prevención de Agresiones en la DGT. "A día de hoy, el examinador elige la manera de dar los resultados, pero creemos que debe establecerse un protocolo a seguir para salvaguardar su integridad", subrayó.
"El 15 por ciento de los examinadores de Valencia capital han sufrido algún accidente en el último año", destacó el sindicato, quien consideró que debería prestarse "una mayor atención en la seguridad de los vehículos de examen". "Actualmente, muchos de los turismos con los que se realizan las pruebas no disponen de reposacabezas y los vehículos pesados suelen carecer de cinturones de seguridad. Estos detalles pueden ser determinantes para paliar las consecuencias de un eventual accidente durante los exámenes", afirmó.