MADRID, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
La activista saharaui Aminetu Haidar acusó este miércoles al Gobierno español de primar "los intereses económicos" y no los Derechos Humanos en su caso, asegurando que si ha habido algún tipo de complot no ha sido por parte de Argelia y el Polisario, como asegura Marruecos, sino "hispano-marroquí". Asimismo, pidió a la comunidad internacional que no guarde "silencio" y ayude a que los saharauis puedan ejercer su derecho a la autodeterminación.
En una entrevista publicada por el diario argelino 'El Watan' y recogida por Europa Press, Haidar denuncia que se está ejerciendo sobre ella "las presiones que deberían ejercerse sobre Marruecos" y afirma que desde que inició su huelga de hambre el pasado 16 de noviembre en el aeropuerto de Lanzarote, a donde llegó expulsada por Marruecos dos días antes, se ha dado cuenta de que "en España, país de Derechos Humanos, priman los intereses económicos".
Asimismo, dijo que "si existe un complot" en su caso, como asegura Rabat, que señala a Argelia y el Frente Polisario, "sólo puede ser hispano-marroquí", y recordó que España aceptó su expulsión desde El Aaiún "aunque era ilegal". A este respecto, quiso dejar claro que rellenó la ficha de desembarque como en ocasiones anteriores dejando vacía la casilla de nacionalidad y poniendo como dirección, como "siempre", El Aaiún, Sáhara Occidental.
Sin embargo, el pasado 13 de noviembre este gesto fue el que llevó a las autoridades marroquíes a retirarle su pasaporte y deportarle a España. Esto se debió, en su opinión, a que tras el discurso pronunciado por Mohamed VI el 6 de noviembre con motivo del aniversario de la Marcha Verde, "las cosas dieron un giro".
Este hecho, añadió, revela las "contradicciones" del régimen marroquí, puesto que no aceptó Sáhara Occidental como su residencia pero sí acepta que la misión de la ONU incluya este nombre, que haya un enviado especial de Naciones Unidas para ello o los numerosos informes que tanto este organismo como distintas ONG elaboran sobre el Sáhara Occidental.
Así pues, se trata "sólo de un pretexto para hacernos callar, para reducir al silencio a voces libres, a las voces discordantes del Sáhara Occidental". Pero, aseguró, Marruecos "nunca podrá callar a los activistas de los Derechos Humanos" saharauis. En este sentido, reiteró su defensa de la vía pacífica para resolver el contencioso del Sáhara y advirtió que si el Polisario opta por volver a las armas es cosa suya. En todo caso, pidió a la comunidad que encuentre "de forma urgente, una solución al conflicto" para impedir que esta última opción ocurra.
"MARRUECOS QUIERE MI MUERTE"
En cuanto a la huelga de hambre que mantiene desde hace ya 31 días, dijo que tiene "náuseas" continuas y apenas puede mantenerse en pie, y advirtió de que tanto su corazón como sus riñones podrían "fallar en cualquier momento". "Marruecos quiere mi muerte", opinó Haidar, ante "la obstinación" de Rabat.
Por último, dijo que su caso es sólo un ejemplo de la "situación dramática y alarmante que prevalece en los territorios ocupados del Sáhara Occidental" y de "un pueblo dividido" entre los que "viven bajo el yugo de la ocupación" y los que viven "en condiciones difíciles en los campos (de refugiados) en Tinduf (Argelia), sobreviviendo gracias a la ayuda humanitaria internacional".
Haidar denunció el "silencio" de la comunidad internacional ante esta situación y aseguró que "el pueblo saharaui no puede soportarlo más". Según la activista, "la comunidad internacional no puede permanecer indefinidamente impasible, con los brazos cruzados, espectadora, ante una situación de violación del derecho internacional".
Por ello, consideró que "ha llegado el momento de que la comunidad internacional asuma su responsabilidad en cuanto al respeto del derecho internacional" de los saharauis "a la autodeterminación". "Para poner fin al sufrimiento de todo un pueblo, sólo haría falta que los saharauis tuvieran este derecho" y ejercerlo "a través de un referéndum libre y justo", remachó.
