Iglesias cristianas en España hacen una "llamada urgente" a "detener el uso irresponsable de los bienes de la tierra"

Europa Press Sociedad
Publicado: jueves, 20 noviembre 2025 20:39

MADRID 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

Las distintas confesiones cristianas presentes en España han hecho una "llamada urgente" este jueves desde la Catedral de la Almudena a "detener el uso irresponsable de los bienes de la tierra", en una declaración conjunta leída durante una celebración ecuménica organizada con motivo del 1.700 aniversario del Concilio de Nicea, considerado el primer Concilio ecuménico de la Iglesia Católica.

"Hacemos una llamada urgente a detener el uso irresponsable de los bienes de la tierra y la explotación, a trabajar incansablemente por una ética de la creación, capaz de transformar estilos de vida, modelos de producción y de consumo, y respeto al medio ambiente, de manera que entre todos logremos alcanzar una auténtica ecología integral", subrayan en la declaración ecuménica sobre el Credo de Nicea.

La Subcomisión para las Relaciones Interconfesionales y el Diálogo Interreligioso de la Conferencia Episcopal Española, presidida por el obispo auxiliar de Sevilla, Ramón Valdivia, ha sido la encargada de redactar y consensuar el texto y organizar el acto ecuménico, que se celebra en el marco de la 128 reunión 128 de la Asamblea Plenaria de la CEE.

En el texto, las Iglesias cristianas (católica, evangélica, ortodoxa, anglicana) también defienden que el ser humano es "intrínsecamente religioso, abierto a la trascendencia" y afirman "el derecho de toda persona a profesar su religión y a ser respetada en su conciencia como un bien esencial".

Además, aseguran que "Dios creó al ser humano a su imagen" y que "varón y hembra los creó" frente a "una cultura que ensalza al ser humano y endiosa su potencial creativo científico-técnico, que se enorgullece de su autosuficiencia y llega a fabricar proyectos humanistas de salvación al margen de Dios".

También se comprometen a trabajar por los derechos fundamentales de todas las personas, especialmente, de los migrantes, las víctimas de trata, las personas que viven en situación de pobreza, las que sufren violencia o los perseguidos por su fe.

"Allí donde la dignidad de nuestros hermanos es vulnerada: donde la vida no es respetada como un don sagrado desde su inicio a su fin; donde los seres humanos son discriminados y perseguidos por su fe; donde los pueblos sufren las consecuencias de la violencia y la guerra; donde la desigualdad y la injusticia conducen a la explotación de los más pobres; donde los inmigrantes son rechazados y no acogidos como hermanos o donde, mediante la 'trata de personas', se comercia con la vida humana", precisan.

A su vez, reivindican la importancia de la misericordia para construir "sociedades sólidas, capaces de perdonar, de superar polarizaciones y posiciones enfrentadas, y de trabajar por el bien de todos, especialmente de los más débiles".

Por otra parte, aseguran que trabajarán "incansablemente por la paz y la justicia", contra "el escándalo del hambre" y apuestan por "potenciar comunidades abiertas y acogedoras, que sean signos proféticos de comunión integradora y de esperanza, oasis de misericordia en los duros desiertos de la vida, espacios de reconciliación, posada donde Jesucristo, el Buen Samaritano, pueda continuar cuidando a los hombres y mujeres rescatados de los bordes de los caminos".

Al renovar la fe de la Iglesia proclamada en Nicea en el año 325, las Iglesias cristianas también vuelven a "afirmar con firmeza" que Jesucristo es "más grande que cualquiera de los profetas" y que "no fue simplemente un hombre 'especial' que proclamó un mensaje ético atrayente" ni "un ser 'sobrenatural' despojado de la carne y sin historia".

Igualmente, reconocen "un solo bautismo, realizado en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo para el perdón de los pecados" que les mantiene "unidos en la Iglesia una, santa, católica y apostólica".

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