HUELVA, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
El obispo de Huelva, monseñor José Vilaplana, aseguró que entiende que "en momentos de dolor" la familia de la pequeña Mari Luz, que fue asesinada el pasado mes de enero, pidiera cadena perpetua para el presunto asesino de la niña, Santiago del Valle.
En una entrevista concedida a Europa Press, el obispo señaló que esa petición es "algo que la sociedad tendrá que valorar y evaluar", a lo que añadió que "respeta la realización de esa petición después de días de mucha tensión acumulada" tras la muerte de la pequeña.
En este sentido, Vilaplana espera que la sociedad y la justicia "evalúen la mejor manera con la que realmente se pueda evitar que ocurran sucesos como el de Mari Luz con los medios oportunos para la corrección de estas personas", a lo que añadió que "podría ser cadena perpetua u otro medio con los que cuenta la justicia".
Por su parte, el padre de la pequeña apuntó que la cadena perpetua "no la pide sólo, sino junto a los 2,5 millones de españoles que han firmado pidiendo este tipo de condena y el cumplimiento íntegro de las penas para los pederastas, con el objetivo de salvar la vida de muchos niños que están en manos de pedófilos que campan impunemente por las calles".
Por otro lado, del Valle señaló ayer en un juicio celebrado en Sevilla por los supuestos abusos que éste cometió en diciembre de 2006 sobre una niña de cuatro años en la barriada de La Oliva, en la capital hispalense, que no recuerda los citados abusos, si bien la vecina que vio al pederasta con la menor ha confirmado que observó cómo tocaba a la víctima.
Una vez concluido el juicio, celebrado a puerta cerrada en el juzgado de lo Penal número 5 de Sevilla, el letrado de la defensa, Francisco Salas, explicó a los periodistas que Del Valle ha reconocido que aquel día de diciembre vio a la niña, aunque ha insistido en destacar que no recuerda los tocamientos. "Si realmente lo hizo está arrepentido", agregó el abogado sobre las afirmaciones del acusado en la vista oral, y añadió que el informe pericial dice que del Valle es "consciente del mal que puede llegar a cometer" y habla de que el inculpado padece una "parafilia de tipo pedófilo", ya que "tiene fantasías sexuales y atracción por niñas de siete u ocho años".
