Miles de toledanos siguen la procesión del Corpus, que el presidente de C-LM ve como "un día grande" para los españoles

Actualizado: domingo, 10 junio 2007 17:10

El embajador de EEUU y el de Italia observaron la Custodia de Arfe desde los balcones de la Delegación del Gobierno

TOLEDO, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, aseguró hoy que el del Corpus Christi, fiesta declarada de Interés Turístico Internacional y que congregó a miles de toledanos y visitantes por las calles del Casco Histórico de la capital regional, es un día "muy grande para Toledo y para todos los españoles" y es muy importante porque "es muy nuestro".

Barreda, junto al embajador de Estados Unidos en España, Eduardo Aguirre, llegó antes de las 10.00 horas a la Catedral Primada de Toledo, donde se celebró la santa misa presidida por el cardenal arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, y que precedió a la procesión.

La Custodia de Arfe salió de la Puerta Llana de la Catedral entre aplausos pasadas las doce del mediodía, momento en el que se pudieron escuchar las salvas, y en el que se escucharon numerosos vivas y, sobre todo, aplausos, tanto en el lugar como en el resto de recorrido procesional.

Por las calles de la ciudad adornadas con tapices, mantones de manila, reposteros, flores, guirnaldas, cubiertas con los típicos toldos, y con el olor del tomillo, romero y cantueso, Barreda desfiló tras la Custodia de Arfe junto a las consejeras de Economía y Hacienda, María Luisa Araújo y de Administraciones Públicas, Llanos Castellanos.

Tras la delegación regional, desfiló la Corporación municipal, con el equipo de Gobierno en pleno encabezados por el alcalde en funciones, José Manuel Molina, que era aplaudido a su paso por los vecinos de la ciudad en la que puede ser su última procesión como alcalde.

Tras él, el presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Fernando López Carrasco junto a los miembros de la Mesa de las Cortes; el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Máximo Díaz-Cano; el presidente de la Diputación de Toledo, José Manuel Tofiño, y las autoridades militares, jefes y oficiales de las distintas Armas del Ejército y la Guardia Civil.

PARADA

La procesión hizo como es habitual una parada en el Arco de la Sangre, donde el cardenal arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares realizó su tradicional alocución, tras la que la que se inició de nuevo el trayecto de regreso al Templo Primado.

La custodia, gran atracción de la procesión, fue realiza durante ocho años por Enrique de Arfe, invirtiendo en su elaboración más de 152 kilos de plata con los que el mejor orfebre que había en España, allá por el año 1515, realizó una estructura de cuatro cuerpos de desigual altura.

La custodia mide dos metros y medio de altura, se compone de 5.600 piezas y 7.500 tornillos, ostenta 260 estatuillas, pesa 17 arrobas y una libra, y va encima de una carroza construida en 1781 en León por Bernardo Miquelez.

INVITADOS

El embajador de Estados Unidos en España, Eduardo Aguirre, que vio la procesión desde uno de los balcones de la Delegación de Gobierno, felicitó a la ciudad de Toledo por "una magnífica procesión" de la que destacó su mezcla de tradición, religión y respeto, palabras que suscribió el embajador de Italia en España, Pascual Teraccciano, quién dijo que se demuestra que toda la ciudad y cada sector de la sociedad "comparte las raíces cristianas y culturales de España y de Europa".

También estuvieron en la Delegación la secretaria de Estado de Cooperación Territorial, Ana Leiva; la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí; el secretario de Estado de Telecomunicaciones, Francisco Ros, o el ex secretario de Estado de Defensa y diputado electo, Francisco Pardo, junto a la esposa del presidente regional y diputada nacional, Clementina Díez de Baldeón.

Precisamente, anoche, Barreda y su mujer cumplían con la tradicional carrera procesional por las calles del casco antiguo de Toledo.