La mujer que abortó tras estar horas detenida asegura que la policía hizo caso omiso de sus quejas

Foto de la Noticia
Foto: ep + Ampliar
Actualizado: martes, 8 julio 2008 19:54




   MADRID, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -

   La mujer embarazada de seis meses que abortó tras estar detenida durante más de cinco horas en la Comisaría de Vallecas sin recibir asistencia sanitaria, relató ayer cómo la policía hizo caso omiso de sus quejas a pesar de que ella misma tuvo que limpiar los "coágulos" de sangre en la pared del calabozo porque su hija "caía" entre sus "piernas".

   En declaraciones a Europa Press Televisión, describió que, tras ser detenida en una celda, comenzó a sangrar "muy poco", pero, con el paso del tiempo "empezaron a salir coágulos, los cuales iba limpiando en la pared". No obstante, y a pesar de sus súplicas, los policías encargados de su custodia le contestaban "que no estaba embarazada", recordó la mujer, mientras mostraba la tripa, todavía visiblemente prominente.

   "Después de destrozarme la mano --aporreando la puerta junto a una compañera-- pegando gritos en la celda, me sacaron y me llevaron al hospital de al lado", donde la derivaron inmediatamente a Maternidad del Hospital Gregorio Marañón.

   Sin embargo, los funcionarios la condujeron de nuevo a Comisaría, donde fue encerrada en la celda. "Esperaron cuatro horas más en las que yo estuve viendo como caía mi hija entre mis piernas", se lamentó llorando.

   Cuando finalmente la llevaron hasta el hospital, la mujer sufrió un aborto y perdió el feto. Aunque los médicos que la intervinieron la pidieron que se quedara ingresada porque había "perdido mucha sangre", pero ella se negó porque se quería "morir". "Una persona en ese estado de shock, lejos de ayudarla, es puesta sin ninguna justificación en manos de la policía de nuevo", denunció el abogado de la mujer, Antonio Alberca.

   BARBARIDAD

   Según la denuncia, tras ser dada de alta, los policías la trasladaron a la Comisaría, dejándola tirada literalmente en el suelo de un cuarto, tapándola "con una manta encima" llegando a recibir "una patada", hasta que un sargento se percató de "la barbaridad que habían cometido", según Alberca, y la dejaron llamar por teléfono, siendo puesta en libertad.

   La mujer fue detenida a finales del mes de mayo al encontrarse acompañada de su ex pareja, pesando sobre ella una orden de alejamiento interpuesta por él. Aunque su acompañante informó a los policías de que había retirado la denuncia contra su pareja, puesto que esperaba un hijo y deseaba continuar con la relación, estos procedieron a su detención.

   Además, a pesar de que se la detuvo por incumplir la orden de alejamiento, se le permitió llamar a su ex pareja e, incluso, él mismo fue el encargado de recogerla de las dependencias judiciales. "No pensaba nunca que la gente que nos cuida o que tiene que responden por nosotros pudiera llegar a estos extremos en el siglo en el que estamos", opinó.

   Por último, la mujer aseguró que se levanta "llorando" y que no tiene "fuerzas para nada" porque tiene dos hijos pequeños más que preguntan por una hija de la que ya tenía el nombre y su cuarto preparado.