Se muestra abierto a comunicarse "con todos" y a aceptar las críticas "justas o injustas" que se viertan contra su nombramiento BILBAO, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
El nuevo obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, dijo hoy no ver "lógicas" las críticas recibidas por parte del mundo nacionalista contra su nombramiento y añadió que "este tipo de incomprensiones no parten de la realidad, sino de precomprensiones erróneas que nos hemos hecho".
En declaraciones a Radio Euskadi, recogidas por Europa Press, Munilla recordó que en su labor como párroco de Zumarraga durante años tuvo una "buenísima" relación con muchos católicos de sensibilidad próxima al PNV, que "han sido muy colaboradores y que lo están siendo". "Yo jamás he percibido ningún tipo de diferencia entre unos y otros", explicó.
Por ello, se mostró abierto a comunicarse "con todos" y a aceptar las críticas "justas o injustas" que se viertan contra su nombramiento y su labor al frente de la iglesia guipuzcoana. "En mi corazón no va a caber ningún tipo de herida que me incapacite para hablar y dialogar con las personas que mantienen unas ciertas incomprensiones. Todo lo contrario, quisiera hablar más todavía con aquél que haya podido tener una percepción contraria a mi llegada", agregó.
Munilla aseguró que el día que tome posesión de su cargo no se va a "envolver en la bandera" de aquéllos que le apoyan, sino que estará ofrecido a todos y muy especialmente a los que tiene una "recepción más recelosa". "Espero que ese día no sea de los incondicionales, sino de la Diócesis de San Sebastián", añadió.
POLITIZACIÓN
El obispo recordó que viene de Palencia y que allí las cosas están "mucho menos politizadas", por lo que dijo observar tras unos días de su vuelta a su tierra natal que "tenemos un ambiente demasiado politizado", por lo que pidió tener libertad en la expresión de la fe católica y el Evangelio, sin que inmediatamente eso se haya leído en la clave de 'esto a quién favorece y a quién perjudica', que inmediatamente no sea leído en clave política".
Según manifestó, en la Iglesia hay una estrategia "de unidad, pero no quiere decir uniformidad" y añadió que no viene a la Diócesis de San Sebastián con ninguna idea prefijada. "Es la prudencia la que nos va marcando los caminos", indicó.
Respecto a la modificación de la Ley del Aborto, insistió en la posición de la Iglesia de que "la vida tiene que ser respetada. La clase política está para defender el bien común y especialmente a los más débiles. Es un contrasentido con la vocación política el desproteger la vida de seres humanos todavía no nacidos. Eso es totalmente contradictorio con la vocación política y no digamos con la vocación de un cristiano", aseveró.
Por último, el obispo donostiarra reiteró su voluntad de no polemizar con ningún partido político "ni con nadie" y manifestó que mantiene una "magnífica" relación con los obispos vascos, y señaló que no conoce un colectivo "más unido" en la sociedad que el de los obispos.
