Narbona dice que el Ministerio todavía no ha recibido ninguna petición de trasvase de la Generalitat

Recuerda que para los gobiernos central y catalán los trasvases son la "última opción"

Europa Press Sociedad
Actualizado: miércoles, 26 marzo 2008 14:55

BARCELONA, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -

La ministra de Medio Ambiente en funciones, la socialista Cristina Narbona, afirmó hoy que el ministerio que encabeza todavía no ha recibido ninguna petición de la Generalitat para que estudie un proyecto de trasvase o de aportación de agua del río Segre a Barcelona y su conurbación.

"No estamos todavía en el estudio de esta posibilidad, lo estudia la Generalitat y lo estudiaremos dentro de todas las distintas opciones que cabe imaginar dentro de los próximos meses" siempre y cuando la Generalitat lo solicite.

En una rueda de prensa celebrada hoy en Barcelona, recordó que la decisión de una hipotética aportación de agua de del Segre, de la cuenca del Ebro, "corresponde al Gobierno de España", y si la aportación de agua es superior a los cinco hectómetros cúbicos por segundo tiene que ir acompañada por una "norma con rango de ley o decreto ley".

"El Ministerio de Medio Ambiente valora de manera muy positiva el esfuerzo que la Generalitat está haciendo desde hace muchos meses para hacer frente a la sequía más grave que se ha registrado en el conjunto de España y aquí también", manifestó Narbona.

CARBONERAS: "ÚNICA SOLICITUD FORMAL" DE LA GENERALITAT.

Recordó que la "única solicitud formal" que ha recibido el Ministerio que lidera por parte de la Generalitat es la cesión de agua a Catalunya procedente de la desalinizadora de Carboneras (Almería). "Es obvio que la Generalitat estudia otras opciones" y que el Ejecutivo catalán "comparte con el Gobierno" la consideración de que "los trasvases son la última opción", añadió.

En este sentido, concretó: "La Generalitat nos solicitó hace ya algún tiempo que estudiásemos la posibilidad de aportar agua desde la única planta que está en funcionamiento con capacidad excedentaria, que es la planta de Carboneras", que fue "terminada por el anterior gobierno sin que hubiera tuberías a su alrededor".

LAS OBRAS EN CARBONERAS YA HAN EMPEZADO.

Por ello, indicó que ya han comenzado la ejecución de las obras en el puerto de Carboneras "con carácter de emergencia" y que, con un presupuesto de "12 millones de euros", permitirán que el agua excedente de la planta desalinizadora pueda ser abocada en barcos para su posterior trasvase a otras zonas de España.

Por el momento, el agua de Carboneras sólo abastecerá a Barcelona y su conurbación, ya que la "única solicitud formal" que ha recibido el Ministerio de Medio Ambiente es la de la Generalitat de Catalunya, aunque también podría cederse "a otras partes del Levante y del Mediterráneo español", en relación a la Comunidad Valenciana y Murcia.

EL PSOE NO TIENE "OPOSICIÓN FUNDAMENTALISTA" A LOS TRASVASES.

Narbona recordó que, para el Gobierno del PSOE, los trasvases "son la última opción", aunque "esto no significa que el Gobierno de España no esté gestionando o ejecutando trasvases", y entre ellos citó el del río Júcar al Vinalopó en la Comunidad Valenciana, que cuenta con financiación de la Unión Europea, o el de la cuenca del Tajo a la del Segura, y que abastece las provincias de Murcia, Alicante y Almería.

La ministra recordó que "el gobierno socialista no tiene una oposición fundamentalista respecto a los trasvases como algunos quieren poner de manifiesto". Indicó que el trasvase del Ebro, que se derogó en 2004, "no había recibido ni un euro de la Comisión Europea porque lo consideraba inviable desde el punto de vista ambiental, económico y social", y que incluso fue derogado "en el programa electoral del PP que no se atrevió a ponerlo con todas las letras". "Por algo será", concluyó Narbona, quien dijo: "Hay trasvases y trasvases".

Narbona hizo estas declaraciones en Barcelona, durante la presentación del Congreso Mundial de la Naturaleza que tendrá lugar en otoño de 2008 en la capital catalana, en un acto oficial al que también asistieron, entre otras autoridades, el alcalde de Barcelona, el socialista Jordi Hereu, y el conseller de Medio Ambiente, Francesc Baltasar (ICV-EUiA).

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