Naufragio.- El armador ve "difícil" que se debiese a un golpe de mar y apunta a un "impacto" con un contenedor o tronco

Elogia el comportamiento "ejemplar y profesional" del patrón y asegura que "gracias a él los otros dos marineros están vivos"

Europa Press Sociedad
Actualizado: jueves, 17 enero 2008 16:37

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -

El armador del pesquero 'Cordero', José María Santiago, mostró hoy su "malestar" por las acusaciones de "imprudencia" que se han realizado y apuntado como causa del naufragio del arrastrero, a 30 millas de Cabo Prior. Al respecto, aseguró que en el momento del siniestro no había temporal por lo que ve "muy difícil" que este se produjese por un "golpe de mar" y atribuyó el hundimiento a un "impacto", que aventuró que podría haber sido con un contenedor o un tronco.

"Hoy se registran peores condiciones en el mar con fuerza entre seis a ocho y la flota está faenando", esgrimió en declaraciones a Europa Press el armador para rechazar las acusaciones "falsas" de "irresponsabilidad o imprudencia" e interpretó como "muy difícil" que un golpe de mar fuese el causante del hundimiento, "tiene que darse condiciones extremas y no eran las que se registraban", argumentó.

Por ello, aventuró, a espera de conocer lo que "determine" la investigación abierta por Capitanía Marítima, a la posibilidad de que el arrastrero chocase contra un contenedor "de los 200 que pueden estar flotando en el mar" o "incluso un tronco".

"Para una desgracia como esta no hacen falta 200 contenedores, uno solo llega, porque no hace falta mucho para que un barco vaya a pique, aunque por un golpe de mar en esas condiciones es muy difícil", insistió.

Santiago relató que el pasado viernes, con temporal y alerta naranja, el arrastrero se quedó amarrado a puerto y aclaró, al respecto, que la tripulación cobra su sueldo si no pueden salir a faenar. No obstante, retomaron el lunes de madrugada ya que las previsiones meteorológicas que manejaban apuntaban un recrudecimiento de las condiciones "a partir de las 14 horas del martes".

NO ESTABAN FAENANDO, IBAN A PUERTO.

De este modo, indicó que, tal y como constató en contactos telefónicos, faenaron "con toda normalidad" durante todo el lunes. Tras recoger los aparejos, el patrón mayor, Marco Antonio Ures García, tomó la decisión "responsable y precavida" de dirigirse a puerto "sobre la una de la madrugada" por las rachas de viento que empezaron a registrarse. "Pero no estaban faenando en el momento de accidente ni las condiciones eran de temporal", remarcó.

El armador precisó que fue cuando se dirigían a puerto cuando sufrieron un "fuerte impacto", según le describió al contramaestre, José Manuel Parada, con lo "inmediatamente" el barco comenzó hundirse.

Ante esta situación, el patrón mayor, Marcos Antonio Ures García, se encargó de que todos dispusieran de sus chalecos salvavidas y comprobó que estaban "bien colocados y amarrados" y, tras ser el último en saltar del barco, coordinó la puesta en práctica de las primera reglas del protocolo salvamento marítima.

"Tuvo un temple y una valentía ejemplar, que muy difícilmente yo pudiese reproducir con mis más de 30 años de experiencia", admitió el armador con respecto a Marcos Antonio Ures, de 29 años de edad, y uno de los tres supervivientes y el único que permanece ingresado en el Hospital Juan Canalejo, debido a la entrada de agua en los pulmones.

Precisamente, Santiago atribuyó a la "pericia y profesionalidad" de este joven a que, junto a él, haya otros dos supervivientes. "Gracias a él los otros dos están vivos", aseguró el armador, quien indicó que fue Marcos Antonio Ures quien emplazó a los ocho miembros de la tripulación a cogerse de la mano y hacer un círculo mientras los efectivos de salvamento no llegaban a rescatarlos.

Durante ese período, uno de los miembros de la tripulación llegó a soltarse, al desfallecer por el cansancio, y fue el propio Marcos Antonio Ures quien volvió a por él para mantenerlo en el círculo, según le relató al armador el contramaestre y otro de los supervivientes, José Manuel Parada.

PETICIÓN DE RESPETO.

Por estos motivos, pidió "mucho respeto y cariño" para este joven, que permanece ingresado en el Hospital Juan Canalejo de A Coruña tras abandonar la Unidad de Cuidados Intensivos, y también para los otros dos supervivientes José Manuel Parada y Hendra Hemoguan, que recibieron a última hora de la mañana de ayer el alta médica, tras permanecer en observación debido a la hipotermia que sufrieron como consecuencia del siniestro del arrastrero.

Debido a su estado de ánimo, ambos han preferido dejar para el lunes que viene su declaración ante la Capitanía Marítima de Vilagarcía --que investiga las causas del naufragio-- y que ayer miércoles los llamó para intentar esclarecer el origen del siniestro, a 30 millas de Cabo Prior (A Coruña) y que que se saldó con un fallecido, Francisco Alboreda Rey, y cuatro desaparecidos: los gallegos Alberto Otero González y José Alfonso Sotelo y otros dos de nacionalidad indonesia.

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