JEREZ DE LA FRONTERA (CADIZ), 21 (EUROPA PRESS)
El obispo de Asidonia-Jerez de la Frontera (Cádiz), Juan del Río, lamentó que es "raro" que los medios de comunicación abran con una noticia "positiva" de la Iglesia o de los católicos, pese a que "hay muchas y muy buenas", ya que "lo corriente es poner el énfasis en las escandalosas o en la ridiculización de determinados mensajes y personas".
En su carta pastoral titulada 'El pesimismo contagioso' a la que tuvo acceso Europa Press, Del Río consideró que esta actuación de los medios se basa en la "desinformación", orientada a "potenciar la desmoralización" en las filas de los cristianos católicos. A su juicio, "es patente" la intención de difundir la idea de que la Iglesia "tiene los días contados, que es una reliquia ideológica del pasado" y que, además, democracia y cristianismo son "incompatibles".
Así, criticó que el católico en la actualidad "tiene que luchar contra la plaga" de una lectura "sesgada y negativa" del ser y quehacer de la Iglesia, lo cual produce "pesimismo y desánimo", al tiempo que aseguró que abundan los "profetas de calamidades" que, "bajo un barniz de intelectualidad", citan estudios sociológicos, "espléndidamente subvencionados y fuertemente manipulados", para poner en evidencia "lo mal que les va a los católicos en la modernidad".
En este sentido, esos "concienzudos y costosos" informes "no se hacen tanto" de otras confesiones cristianas, ni de otras religiones, ni de otros grupos sociales o políticos y, en el caso que se hagan, "no se les da la publicidad de la que gozan los que se refieren a la Iglesia católica".
En su opinión, el "demócrata de moda" ha de ser "relativista en lo religioso y en lo moral y, por supuesto, crítico" con la doctrina y la jerarquía de la Iglesia, "olvidando o callando que los principios que rigen la vida democrática han nacido del cristianismo", al tiempo que "se silencia" la labor social de la Iglesia.
Para algunos poderes, continuó y España "no es una excepción", la democracia "será adulta cuando el catolicismo pierda su implantación sociológica porque así lo exige su ingeniería social por encima de la realidad ciudadana y detrás hay enmascarados nacional-laicismos, totalitarios y nihilistas".
El obispo hizo un llamamiento a "no desanimarse, sino a mostrar la alegría de ser católico en tiempos de inclemencia", considerando "urgente" recobrar la confianza "en la capacidad de la fe para incidir positivamente en la configuración de una nueva cultura".