El obispo de San Sebastián advierte que, "quien niega el diálogo, cierra el camino a la verdad"

Actualizado: martes, 9 septiembre 2008 15:36

Emplaza, ante la "crisis", a "llamar a las cosas por su nombre sin ocultar su alcance ni exagerarla por turbios intereses"

SAN SEBASTIAN, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -

El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, advirtió hoy de que, "quien niega el diálogo, cierra el camino a la verdad", al tiempo que abogó por "la reconciliación". Además, emplazó, ante la "crisis", a "llamar a las cosas por su nombre sin ocultar su alcance, ni exagerarlas por turbios intereses".

Además, señaló que la fe cristiana es "un valor social que contribuye a humanizar la sociedad" y advirtió de que "no saben lo que hacen quienes, con alguna razón o sin ella, se dedican a desprestigiarla, a ridiculizarla, a neutralizarla".

Uriarte realizó estas afirmaciones durante la Eucaristía que ofició en el Santuario de Arantzazu, en Oñati (Guipúzcoa), con motivo de la festividad de Nuestra Señora de Arantzazu y que contó con la presencia del lehendakari, Juan José Ibarretxe, del diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano, de la presidenta del Parlamento guipuzcoano, Rafaela Romero, entre otras autoridades.

En su homilía, el obispo afirmó que, "quien niega el diálogo, cierra el camino a la verdad", y dijo que "nadie" la posee "plenamente". Por ello, emplazó a acercarse a ella "en el diálogo y el contraste".

Además, recordó que la fe cristiana "avisa" del "riesgo de camuflar la verdad en aras de otros intereses o simplemente porque no somos capaces de asumirla". "Hoy la verdad resulta muchas veces perdedora por intereses o por dogmatismos", lamentó.

Por otro lado, Uriarte señaló que un pueblo "sin esperanza no puede aspirar a un futuro mejor", al tiempo que destacó que la fe cristiana "predispone para la reconciliación, alma de la paz", estimula "la veta social de los seres humanos y su voluntad de concordia y ayuda a controlar la veta agresiva".

LA CRISIS

Tras afirmar que, de cara al otoño, se presentan "muchas incógnitas y perspectivas preocupantes parecen sobrepasar las esperanzadoras", dijo que "la crisis económica, cultural, generacional, social, política y religiosa no son palabras fatales pero tampoco vacías". En este sentido, advirtió de que "toda crisis es tiempo de tensión, riesgo de descomposición y oportunidad de solución".

En esta coyuntura, Uriarte instó a "llamar a las cosas por su nombre sin ocultar su alcance, ni exagerarlo por turbios intereses, es un primer imperativo". Por otra parte, indicó que la Fe cristiana "no tiene una palabra mágica que solvente las crisis", pero sí "alerta ante algunas graves tentaciones y sugiere no soluciones, pero sí actitudes".

El obispo de San Sebastián también se refirió a la ética, y lamentó la "tentación" de colocarla "algo por detrás de nuestros intereses personales y colectivos y de confundir dichos intereses con el reclamo de la ética". "Cuando uno contempla la actuación de personas y de grupos se pregunta si la ética no se encontrará todavía mucho más abajo en la escala de sus valores", censuró.

"El vacío ético crea depredadores en la economía, oportunistas en la política, impositivos en la cultura, perplejos en la educación, superficiales e insinceros en la religión", mientras que la Fe cristiana "estimula la solidaridad entre las personas, los grupos, los pueblos" y es "fuente inagotable de esperanza", concluyó.