Obispos españoles sobre la situación política: "Se han removido hasta los cimientos de la convivencia como pueblo"

Presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 18 abril 2016 12:36

Reconocen "errores" en sus 50 años de vida por "miradas cortas o personalismos excesivos"

MADRID 18 (EUROPA PRESS)

El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y arzobispo de Valladolid, el cardenal Ricardo Blázquez, ha advertido de que en la situación política que vive España "se han removido hasta los cimientos de la convivencia como pueblo. "Cuando esto acontece y tememos que acontezca, vacilamos y nos sentimos desconcertados, mirando al futuro con particular aprensión", ha subrayado.

En este sentido, ha subrayado el "desconcierto" que provoca a los obispos españoles la "encrucijada política" en la que se encuentra España, tanto por el hecho de que no se haya formado gobierno como por las "descalificaciones" entre los líderes de las formaciones. Así lo ha indicado durante su discurso inaugural de la CVII Asamblea Plenaria de la CEE, que se celebra desde este lunes hasta el miércoles.

"Nos preocupa no solo el tiempo largo transcurrido, sino también las exclusiones en la comunicación. Con las hipótesis diversas y de hondo calado, nos hallamos como en una encrucijada. Pedimos a los responsables de la gestión de los resultados electorales que prevalezca claramente el bien común sobre los intereses particulares. Esta situación tan difícil y prolongada puede dejar unas heridas en la convivencia social que entorpezcan la comunicación y el trabajo que a todos afecta", ha subrayado.

Según ha recodado, los resultados de las elecciones generales celebradas el día 20 de diciembre de 2015 fueron "realmente inéditos" aunque "hubieran sido anticipados en las anteriores locales y autonómicas". Para formar un gobierno era preciso, a su juicio, "un ejercicio de diálogo y generosidad entre los partidos políticos" pero no ha sido así. "Hace ya más de tres meses de la convocatoria a las urnas y los ciudadanos estamos sumidos en la incertidumbre", ha enfatizado.

Para analizar la situación política actual, Blázquez ha citado unas palabras del sacerdote y teólogo Olegario González de Cardedal: 'Junto al hecho (de la perversión del lenguaje) hay otro hecho moral que me parece gravísimo: la escisión y confrontación de la sociedad española, siendo una descalificada por la otra. Es una injusticia mayor reclamar para una de ellas la verdad de España negándosela a la otra. Esta reclama representar e interpretar lo que es modernidad, progreso, democracia y capacidad de creación de riqueza'".

ESPÍRITU DE LA CONSTITUCIÓN

Ante esta realidad, Blázquez ha apelado a los valores recogidos en la Constitución Española que, según ha precisado, "fue gestada en un ambiente de diálogo y de consenso, al que no fue ajena la Iglesia y más en concreto la Conferencia Episcopal". Además, ha indicado que hay aspectos que quizá sea conveniente que sean "actualizados" pero ha puntualizado que "no es razonable ni legítimo poner en cuestión las líneas fundamentales de la misma" porque, si no, España quedaría "a la intemperie".

Por otra parte, los obispos españoles han reconocido los "fallos" cometidos durante los 50 años de vida de la Conferencia Episcopal Española como consecuencia de "miradas cortas" o "personalismos excesivos". "Las limitaciones humanas; la mirada, unas veces corta y otras, superficial; la comunión y comunicación entre sus miembros puede haberse resentido por personalismos excesivos debilitándose de esta forma el servicio que debía a la Iglesia. Reconocemos nuestros fallos y nos remitimos al Dios de la Misericordia, precisamente en este Año Jubilar, solicitando la comprensión de todos", ha indicado.

Así lo ha indicado al realizar un repaso por los 50 años de esta institución que aglutina a todos los obispos españoles y que este año 2016 celebra su primer medio siglo de vida. Si bien, se ha preguntado "qué habría sido de la Iglesia en España en los decenios pasados sin el apoyo y la orientación de la Conferencia Episcopal Española" y ha concluido hubiera estado "desguarecida".

En todo caso, de cara al futuro, ha indicado que deben "ejercitar la confianza y la esperanza en Dios" y seguir trabajando "con vigilancia, laboriosidad y determinación".

CIERRE DE FRONTERAS

Además, Blázquez ha criticado el "cierre de fronteras" a los refugiados y migrantes en Europa y ha invocado sus raíces "grecorromanas cristianas" para que no se reduzca a los aspectos económicos, técnicos y de bienestar.

"Cerrar ahora nuestras fronteras para defender nuestro nivel económico es signo de miedo y de debilidad vital. Como lo son también los muros levantados frente a la llamada apremiante y dramática de los refugiados, ante la que no podemos hacer oídos sordos en una actitud egoísta, aunque esta se revista en las instituciones europeas de un falso aparejo jurídico, que elimine de facto el inalienable derecho de asilo de los refugiados y contradice nuestra tradición humanitaria europea", ha advertido.

También ha condenado que se utilice el nombre de Dios para justificar la violencia, ante los atentados terroristas perpetrados en los últimos meses, y ha rechazado tanto los "fundamentalismos intolerantes" como los "laicismos disolventes".

CONFUSIONES SOBRE MATRIMONIO EN LA LEY

Sobre la encíclica del Papa Francisco 'Amoris Laetitia', el presidente de la CEE ha destacado que el texto "pone al descubierto con valentía confusiones en la concepción del matrimonio y de la familia, que a veces han pasado a la legislación civil" y ha alertado de que en la actualidad hay "muchas realidades que han robado el nombre a la palabra amor".

También ha reconocido que el Papa exige de los obispos y sacerdotes "un aliento nuevo y una nueva actitud" ante las diferentes situaciones que "ya no son plenamente matrimonio cristiano", reconociendo que el camino de la Iglesia es el de "no condenar a nadie para siempre" tampoco a "los divorciados vueltos a casar".

"Por este dinamismo de la misericordia que tiende a integrar se comprende que nadie, aunque se halle en situación irregular por la unión matrimonial debe considerarse excomulgado, al margen de la Iglesia y abandonado por Dios", ha subrayado.

De esta forma, los obispos españoles se sienten llamados a considerar uno por uno cada caso. "No basta para ello enumerar una casuística hasta el límite de lo previsible para encuadrar el caso concreto. Se requiere un aliento nuevo y una nueva actitud", ha añadido. Si bien ha matizado que el discernimiento "no significa ceder al individualismo ni al capricho de la persona", ha recordado que tampoco se pueden atenerse solo estrictamente a la letra.