MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
Pablo Pineda, el primer diplomado europeo con Síndrome de Down, ha pedido que "se mire de frente a las personas con discapacidad y no se deje llevar por sus prejuicios". Pineda ha realizado este alegato en la sede de Naciones Unidas donde intervino con motivo del Día Internacional de la Discapacidad que se celebró este jueves.
El joven malagueño, que actualmente trabaja como relaciones públicas del área de Diversidad de la Fundación Adecco, ha sido el encargado de encarnar la lucha por los derechos de las personas con discapacidad, para reivindicar su visibilidad, integración social y laboral.
Durante su discurso, Pineda ha reivindicado una sociedad "más democrática, menos beligerante y más humana", destacando que "en el mundo actual falta empatía". Ha reivindicado, asimismo, "aprender a ponerse en la piel del otro y reforzar los valores culturales y sociales frente a los meramente económicos. En su opinión, "no todo tiene que ser competitividad".
Asímismo, y ante la pregunta de una periodista cuya hija tiene síndrome de Down, sobre los consejos que daría a todas las personas con discapacidad para llegar tan lejos como él, el malagueño ha explicado que "el objetivo no es que todas las personas con discapacidad sean como Pablo Pineda, sino ellos mismos, que exploten al máximo todas sus capacidades y que sean felices".
Para ello ha reivindicado la figura de los padres a quienes pidió que "tengan confianza en sus hijos con paciencia, perseverancia y disciplina". En su opinión, "todo empieza en la familia".
Por último, Pineda ha pronunciado un alegato en el que no ha podido evitar emocionarse, rompiendo a llorar "mientras pedía a la sociedad que mirara de frente a las personas con discapacidad y no se dejaran llevar por sus prejuicios".
El joven ha apelado a la necesidad de contar con el talento de las personas con discapacidad en el tejido empresarial. "Es un fallo cultural pensar que enlentecemos el ritmo de las empresas" y ha reclamado a los departamentos de recursos humanos que hagan un "ejercicio empático" que les permita ver las capacidades de las personas con discapacidad.
