El Papa defiende en Marruecos que la inmigración no se resuelve construyendo barreras

   ROMA, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -

   El Papa ha defendido en su primer discurso en Marruecos, donde ha viajado este fin de semana, que la inmigración no se resuelve construyendo barreras o negando la asistencia, al tiempo que ha pedido que se combata el "fanatismo" con la "solidaridad" de los creyentes.

   "La grave crisis migratoria que hoy estamos afrontando es una llamada urgente para que todos busquemos los medios concretos para erradicar las causas que obligan a tantas personas a dejar su país, su familia y a encontrarse frecuentemente marginadas, rechazadas", ha señalado el Pontífice en la explanada de la Torre Hassan, en Rabat.

   El Papa ha afirmado así que la llegada de los migrantes hacia Europa "nunca encontrará una solución en la construcción de barreras, en la difusión del miedo al otro o en la negación de asistencia a cuantos aspiran a una legítima mejora para sí mismos y para sus familias".

   Así, ha abogado por erradicar las causas que obligan a las personas a dejar sus países: "Sabemos también que la consolidación de una paz verdadera pasa a través de la búsqueda de justicia social". Al obispo de Roma le preocupa "la suerte, a menudo terrible, de estas personas que en gran parte no dejarían sus países si no estuvieran obligadas a hacerlo".

   Por ello, ha lanzado un llamamiento urgente para buscar "medios concretos para erradicar las causas que obligan a tantas personas a dejar su país, su familia, y a encontrarse frecuentemente marginadas, rechazadas".

LIBERTAD DE CONCIENCIA

   Por otro lado, el Papa ha defendido "la libertad de conciencia" en unos de los países más moderados dentro del Islam, donde los cristianos de origen extranjero gozan de total libertad y están protegidos por las autoridades, pero donde está penado con la cárcel hacer proselitismo y tratar de convertir al cristianismo a los musulmanes. "En este puente natural entre África y Europa deseo insistir en la necesidad de unir nuestros esfuerzos para dar un nuevo impulso a la construcción de un mundo más solidario, comprometido y valiente que respete las particularidades de cada pueblo", ha señalado el Papa.

   De hecho, Francisco ha aterrizado en Rabat con el objetivo de profundizar en el diálogo interreligioso y también abrazar a la exigua minoría cristiana, apenas el 0,7 por ciento de la población, unos 25.000 en todo el país. "Nosotros creemos que Dios ha creado los seres humanos iguales en derechos, deberes y dignidad, y que los ha llamado a vivir como hermanos y a difundir los valores del bien, de la caridad y de la paz. Por esa razón, la libertad de conciencia y la libertad religiosa

   -que no se limita solo a la libertad de culto, sino a permitir que cada uno viva según la propia convicción religiosa- están inseparablemente unidas a la dignidad humana", ha comentado

   El Papa ha invitado a aceptar al otro en la peculiaridad de su fe y enriquecerse mutuamente con la diferencia, en una relación marcada por la benevolencia y la búsqueda de lo que se puede hacer juntos.

   Finalmente, ha invitado a detener la "instrumentalización de las religiones" que incitan al odio, a la violencia, al extremismo o al fanatismo ciego y ha reiterado su llamamiento para que se "deje de usar el nombre de Dios con el objetivo de justificar actos de homicidio, exilio, terrorismo y opresión".