El Papa en el rezo del Ángelus - Evandro Inetti/ZUMA Press Wire/d / DPA
El Pontífice ha asegurado que la Santa Sede "está dispuesta a todo por ayudar".
Además, ha vuelto a condenar la guerra en Ucrania, que "siembra destrucción y miseria", y ha instado a abrir "de verdad" corredores humanitarios, después de que los esfuerzos por evacuar a la población civil en las localidades Mariupol y Volnovaja - las más golpeadas por la ofensiva rusa- resultasen infructuosos al no respetarse el alto el fuego pactado.
"En Ucrania corren ríos de sangre y de lágrimas. No se trata de una simple operación militar sino de una guerra que siembra destrucción y miseria", ha denunciado el Pontífice.
Asomado a la ventana de su estudio privado en el Palacio Apóstolico, Francisco ha lamentado que las víctimas son "cada vez más numerosas" del mismo modo que crece la cantidad de "personas que huyen de la guerra, especialmente madres con niños".
Así, ha constatado que en Ucrania -que ha definido como "un país martirizado"- "crece dramáticamente de hora en hora la necesidad de asistencia humanitaria".
En este sentido, ha hecho un llamamiento para que se aseguren "de verdad" los corredores humanitarios en un momento en el que escasean bienes de primera necesidad y medicinas en el país.
El Papa ha reclamado así que sea garantizado el acceso de la ayuda humanitaria para poder brindar el "vital socorro" a los que están "oprimidos por las bombas y el miedo"
"Agradezco a todos los que están acogiendo a los refugiados", ha añadido. Además, ha implorado "que cesen los ataques", que prevalezca "la negociación y el sentido común" y que se vuelva a "respetar el derecho internacional".
AGRADECIMIENTO A LOS PERIODISTAS
El Papa también ha mostrado su agradecimiento a los periodistas que se juegan la vida"en la primera línea de los combates "para garantizar la información ponen en riesgo su propia vida".
"Gracias por vuestro servicio, un servicio que nos permite estar cerca del drama de esa población y valorar la crueldad de la guerra", ha destacado.
Hasta la plaza de San Pedro se han desplazado asociaciones de ucranianos que viven en Italia con banderas de su país. El Papa también ha notado la presencia de banderas de los colores azul celeste y amarillo al mostrar su cercanía al pueblo ucraniano.