ROMA, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Papa Francisco ha presidido una Celebración Eucarística este jueves en el altar sobre la tumba de Juan Pablo II. De este modo, el Pontífice no ha celebrado la Misa en la Capilla de Santa Marta este jueves a las 7.00 horas sino que ha ido a la Basílica de San Pedro para presidir la Celebración Eucarística en la capilla de San Sebastián donde se encuentra el altar de Juan Pablo II.
Junto al Papa, han concelebrado alrededor de 120 sacerdotes, entre ellos muchos polacos y los fieles eran numerosos, porque los jueves se reúne allí la comunidad polaca de Roma para celebrar en memoria del beato Wojtyla.
Después de la beatificación de Juan Pablo II, la tumba fue trasladada de las grutas vaticanas a la Capilla de San Sebastián que tiene un mosaico del martirio de San Sebastián y que tiene también las estatuas de Pio XI y Pio XII.
Durante su breve homilía, el Papa ha destacado la figura de San Pablo que aseguró que "ninguno podía alejarlo del amor de Cristo" porque el Señor "le había cambiado la vida" por lo que "ninguna cosa podría alejarlo de Él" ni las persecuciones, enfermedades, traiciones.
En esta línea, el Pontífice ha precisado que "el cristiano se siente mirado por el Señor, con una mirada bella, amado del Señor y amado hasta el final" y ha añadido que "el cristiano siente que su vida ha sido salvada por la sangre de Cristo".
Por otro lado, el Papa ha resaltado la narración bíblica en la cual Jesús llora de tristeza por Jerusalén "porque no había entendido el amor, no había entendido la ternura de Dios", no había sido fiel porque "no se había dejado amar".
Al concluir, el Pontífice ha invitado a los presentes a preguntarse si aman como Pablo, "que permanece fiel hasta el final en el amor a Jesús y ahí encuentra la fuerza para ir hacia adelante y soportar todo", o como el pueblo infiel, que "no acepta el amor de Jesús" o vive este amor "a mitad" según su conveniencia.
