El Papa recuerda a las religiosas asesinadas en 1998 y 2016 en Yemen e insiste en que ahora hay más mártires

El Papa en una foto de archivo
El Papa en una foto de archivo - Evandro Inetti/Zuma Press Wire/D / Dpa
Publicado: miércoles, 19 abril 2023 13:52

ROMA, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Papa ha recordado a las religiosas Aletta, Zelia y Michael, asesinadas por ser cristianas por un fanático en julio de 1998 en Yemen, así como las hermanas Anselm, Marguerite, Reginette y Judith, ejecutadas en ese país en marzo de 2016, tras señalar que el martirio no es cosa del pasado.

Anselm, Marguerite, Reginette y Judith fueron asesinadas junto a laicos, algunos musulmanes, que las ayudaban. "Nos conmueve ver cómo el testimonio de sangre puede unir personas de religiones diferentes. No se debe asesinar nunca en nombre de Dios, porque para Él somos todos hermanos y hermanas. Pero juntos se puede dar la vida por los otros", ha señalado Francisco.

Durante la catequesis de la audiencia general de este miércoles, el pontífice se ha detenido en los mártires que han muerto en Yemen, "una tierra herida desde hace muchos años por una guerra terrible y olvidada", que ha matado a muchas personas "y que todavía hace sufrir a muchas personas, especialmente a los niños".

"En esta misma tierra ha habido brillantes testimonios de fe, como el de las Hermanas Misioneras de la Caridad que dieron allí su vida. Aún hoy siguen presentes en Yemen, donde ofrecen asistencia a ancianos enfermos y a personas con discapacidad. Algunas de ellas han sufrido el martirio, pero las demás continúan, arriesgan su vida y siguen adelante. Acogen a todos, estas hermanas, de cualquier religión, porque la caridad y la fraternidad no tienen fronteras", ha señalado.

El Papa ha insistido en que la mayoría de los mártires no se encuentran en los primeros siglos, sino en la actualidad. Así, ha dicho que son testigos que "muestran que todo cristiano está llamado al testimonio de vida, también cuando no llega al derramamiento de sangre, haciendo de sí mismo un don a Dios y a los hermanos".

Con todo, Francisco ha subrayado que los mártires "no deben ser vistos como héroes que han actuado individualmente, como flores que han brotado en un desierto, sino como frutos maduros y excelentes de la viña del Señor, que es la Iglesia".

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