Pérdida del sentido de la Navidad, fin de la lucha armada de ETA y crisis, temas de los mensajes navideños de obispos

MADRID 24 Dic. (EUROPA PRESS) -

La pérdida del sentido religioso de la Navidad, la crisis económica y el fin de la lucha armada de la banda terrorista ETA son los temas que más se repiten en los mensajes que los obispos españoles han enviado con motivo de las fiestas navideñas de este año.

Así, el arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo Pelegrina, ha llamado en su carta pastoral a recuperar el sentido cristiano de la Navidad y ha advertido de que "también este año serán muchos los interesados en vaciar de contenido religioso estos días santos, convirtiéndolos en las vacaciones blancas, en la celebración del solsticio de invierno y, en todo caso, en las fiestas del consumismo y el derroche".

Monseñor Asenjo ha enumerado algunas de las manifestaciones de la secularización navideña, entre ellas, la sustitución del belén por el árbol de Navidad o de los Reyes Magos por un Papá Noël, "sin referencias religiosas", o la conversión de las tarjetas navideñas en "felicitaciones laicas portadoras de vaporosos deseos de paz y de felicidad inconsistente, porque se olvida al verdadero protagonista de la Navidad, Jesucristo.

Además, ha alertado de que el "despojamiento del sentido religioso de la Navidad" se manifiesta también en el lenguaje, pues la palabra Navidad, que significa natividad o nacimiento del Señor, es sustituida por la palabra fiesta, "más inocua y menos comprometedora".

En esta misma línea, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y arzobispo de Valladolid, monseñor Ricardo Blázquez, ha pedido a los fieles que el saludo de Navidad "no sea una fórmula hueca ni de mera cortesía" y que sus palabras sean "un eco del anuncio del ángel a los pastores en la noche de Belén".

Asimismo, ha recordado a las personas que "más sufren la inclemencia del tiempo presente", como son "los inmigrantes", "las personas sin techo ni familia", "los enfermos y ancianos", y "los que viven en soledad y desamparo", a los que ha extendido su "saludo fraternal".

Igualmente, en el mensaje, recogido por Europa Press, el prelado se ha dirigido especialmente a los jóvenes, en recuerdo a la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebró el pasado mes de agosto en Madrid, y les ha asegurado que la Iglesia es "una casa abierta".

Por su parte, los obispos vascos han centrado su mensaje en el cese de la violencia armada de la banda terrorista ETA. Así, el obispo de Vitoria, monseñor Miguel Asurmendi, ha señalado que esta Navidad "gozará de un ambiente de mayor libertad" debido al anuncio del cese de la lucha armada por parte de ETA.

En su mensaje, Asurmendi ha afirmado que la Navidad de este año "va a tener un clima especial, aunque ha asegurado que se mantienen a la espera de la "disolución definitiva" de la banda, "tras tanto daños causados". Por ello, ha enviado un saludo "afectuoso" a las víctimas de la violencia terrorista junto a sus "deseos de que pronto vean reconocidos sus derechos".

En este sentido, el obispo de Bilbao, monseñor Mario Iceta Gabicagogeascoa, ha apuntado que la sociedad ha "evolucionado mucho" en el rechazo de "todo tipo de violencia", aunque ha indicado que "queda un largo camino por recorrer y muchas heridas que necesitan curación". En cualquier caso, ha remarcado que "las noticias de estos meses han avivado la esperanza de vivir en paz".

Así, ha indicado que es necesario educar a las futuras generaciones "en la auténtica libertad, en el amor a la verdad, al bien y a la justicia que son generadoras de la paz verdadera". En ese sentido, ha asegurado que la familia constituye "el ámbito educativo originario que planta los fundamentos decisivos de la cultura de la paz".

Por otro lado, monseñor Iceta se ha unido al mensaje de los arzobispos de Sevilla y Valladolid y ha remarcado que es necesario "despojar" la celebración de la Navidad de "adherencias estériles" y "vivirla en su verdad".

RECUERDO A LOS PARADOS E INMIGRANTES

Además, ha dirigido un recuerdo "lleno de afecto a los enfermos, a quienes viven solos, o sufren las consecuencia de la crisis, a quienes buscan trabajo y a los inmigrantes" y ha invitado a "revisar los hábitos" de cada uno en este tiempo de crisis que, a su juicio, "ha puesto en evidencia las carencias antropológicas y éticas sobre las que se construyen sistemas económicos y financieros donde no es la persona, sino otros intereses, su centro y fin último".

En esta misma línea, el obispo de Santander, monseñor Vicente Jiménez, ha transmitido, en su mensaje de Navidad, su "cercanía, apoyo y solidaridad" a las familias que están atravesando "malos momentos" por la crisis y ha incidido en que, tras las "cifras tan elevadas de paro" hay "rostros humanos" y "dramas familiares".

Por ello, ha ofrecido su apoyo, dentro de los medios de la Iglesia, para ayudar a estas familias que están sufriendo "las graves consecuencias de la crisis económica, social y moral que la sociedad atraviesa" y ha resaltado el trabajo de Cáritas y de las comunidades de religiosos y religiosas, que se están "volcando para ser solidarios y compartir estos momentos duros".