BARCELONA 6 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha asegurado que no se despedirá a ninguno de los docentes que a día de hoy trabajan en la red pública por los recortes presupuestarios, pero ha admitido que sí pueden tener efecto en la sexta hora de clase en las escuelas públicas.
En su discurso institucional por sus 100 primeros días en el cargo, ha cuestionado así la continuidad de la sexta hora en la pública, medida estrella que adoptó el primer tripartito de Pasqual Maragall en 2006 y que homologaba a los centros públicos y concertados en cuanto a horas de docencia.
En cualquier caso, los docentes que se contrataron se dedicarían ahora a otras finalidades como clases de refuerzo para combatir el fracaso escolar, otro de los objetivos prioritarios de su Govern.
Mas sí se ha comprometido a mantener la plantilla de maestros el próximo curso, aunque ha admitido que es necesario "poner imaginación" para ahorrar costes.
Por ello, ha reclamado ayuda a los docentes de los centros públicos, garantizando que ninguno de ellos será despedido --sea funcionario, interino o sustituto--, aunque ha indicado que deberán trabajar más, ya que podría ser que tuvieran más alumnos por clase, porque en el próximo curso las aulas catalanas acogerán a 15.000 estudiantes más que este año.
Tras recordar que han suprimido la Semana Blanca y reformado el sistema de matriculación escolar, ha admitido que han tenido que congelar, "a su pesar" muchos proyectos de inversión en el ámbito educativo y sanitario porque tiene que afrontar prioridades más urgentes.