Rouco dice que la decisión sobre la presencia de crucifijos en aulas deber ser "la constitucionalmente aceptable"

Actualizado: sábado, 26 diciembre 2009 15:15

MADRID, 26 Dic. (EUROPA PRESS) -

El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, apeló hoy al "principio del diálogo y de la decisión tomada en consenso" para proceder o no a la retirada de los crucifijos de las aulas e instó a que la decisión final deber ser "la constitucionalmente aceptable y exigible" y en su opinión, "debe ser la buena".

En declaraciones a Europa Press Televisión, Rouco Varela precisó que la Iglesia respeta "el derecho a la libertad religiosa y de enseñanza" y quiso establecer la diferencia entre las escuelas con ideario propio, en las que "no hay discusión" y los padres saben que si es un colegio católico "habrá crucifijos", y los centros escolares del Estado, donde "es decisivo lo que ellos opinen" y donde muchos padres "opinaran que se mantengan los crucifijos".

Además, el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) se refirió "al fundamento y los cimientos de la familia, concebidos desde el aspecto del don de la vida", y precisó que está institución "no está en crisis" cuando el hombre piensa en ella y lo vive.

No obstante, el cardenal arzobispo de Madrid reconoció que "el hombre puede ser inconsecuente consigo mismo y no percibir ni oír lo que le dice su mismo ser" y lo que establece "la gramática inscrita en el ser humano, un lenguaje que se desprende de lo que la persona es", como en muchas ocasiones ha citado el Papa.

"A veces se producen crisis e inconsecuencias cuando uno acude a entender ese lenguaje como la verdad fundamental de la familia está extendida en el momento actual de la sociedad", precisó, mientras realizó una crítica a "las propuestas intelectuales y culturales que quieren desviar la mirada de la razón y de la sensibilidad del hombre de la verdad de su ser y que implica la verdad del matrimonio de la familia".

Por último, Rouco Varela hizo mención a la nueva Ley del Aborto, y aseveró que las leyes que organizan una sociedad tienen como finalidad conseguir y promover el bien común respetando los derechos fundamentales y si se ponen trabas para lograrlos en el caso de la familia y la vida sus cimientos sufren mucho.

(EUROPA PRESS)