Saraiva invoca la defensa de la vida "en todas sus fases", la familia y el matrimonio tradicional

Actualizado: domingo, 28 octubre 2007 12:43


ROMA, 28 Oct. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -

El cardenal y prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, monseñor José Saraiva Martins, emplazó hoy a los peregrinos españoles que participaron esta mañana en la beatificación de 498 mártires de la Guerra Civil a defender sus convicciones "sobre la dignidad de la persona, sobre la vida desde la concepción hasta la muerte natural y sobre la familia fundada en la unión matrimonial una e indisoluble entre un hombre y una mujer".

Monseñor Saraiva Martins, que pronunció una breve homilía en castellano, también insistió en la necesidad de defender "el derecho y deber primario de los padres en lo que se refiere a la educación de los hijos", asunto que es objeto de debate en España, con motivo de la asignatura Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos. Tras escuchar este alegato, los peregrinos que asistieron a la misa en la Plaza de San Pedro irrumpieron en aplausos.

Según el purpurado, en la actualidad, "la verdadera identidad de los cristianos está constantemente amenazada" y deben elegir entre vivir como "mártires", adhiriéndose "a su fe bautismal en modo coherente", o "adaptarse".

En este sentido, advirtió de que "la confesión personal de la fe" lleva a "descubrir el fuerte vínculo entre la conciencia y el martirio". "Ser cristianos coherentes nos impone no inhibirnos ante el deber de contribuir al bien común", aunque siempre "en un diálogo informado por la caridad", destacó.

En alusión al ejemplo de los martires que hoy fueron proclamados beatos, aseguró que los cristianos no pueden contentarse "con celebrar la memoria de los mártires", sino que tienen que vivir conscientes de la propia llamada a la santidad y no contentarse "con un cristianismo vivido tibiamente". Los mártires, "nos dicen en voz muy alta que todos estamos llamados a la santidad, todos, sin excepción", insistió.

Según dijo, "la vida cristiana no se reduce a unos actos de piedad individuales y aislados, sino que ha de abarcar cada instante de nuestros días sobre la tierra", mediante el "cumplimiento fiel de los deberes de nuestra vida ordinaria".

Por último, monseñor Saraiva Martins hizo alusión a unas palabras de Juan Pablo II, en las que "invitaba a conservar la memoria de los mártires", asegurando que "si se perdiera la memoria de los cristianos que han entregado su vida por confesar la fe, el tiempo presente, con sus proyectos y sus ideales, perdería una de sus características más valiosas". "Los grandes valores humanos y religiosos dejarían de estar corroborados por un testimonio concreto inscrito en la historia", concluyó.

ROUCO SOLICITA BEATIFICACIÓN DE LOS MÁRTIRES

El Arzobispo de Madrid, el cardenal Antonio María Rouco Varela, --a cuya Archidiócesis pertenece el mayor número de los mártires-- fue el encargado de solicitar al Papa Benedicto XVI que inscribiera a estos 498 mártires en el número de los Beatos.

Acto seguido, los obispos de las diócesis en las que se instruyeron las 23 Causas, acompañados por sus correspondientes Postuladores, enumeraron la causa de Beatificación de sus diócesis respectivas, siguiendo el orden de la fecha en que se introdujeron las Causas: Barcelona, Burgos, Toledo, Cuenca, Ciudad Real, Mérida-Badajoz, Madrid, Oviedo, Jaén, Santander, Cartagena y Girona.

El Arzobispo de Madrid concluyó la súplica de Beatificación en nombre de todos los obispos, tras lo que el Cardenal Saraiva Martins leyó la Carta Apostólica de Beatificación del Papa Benedicto XVI de Beatificación.

Una vez finalizada la lectura fue entonado el canto 'Chistus vincit', tras lo que el Arzobispo de Madrid agradeció al Santo Padre "la beatificación de estos 498 mártires, que derramaron su sangre en defensa de la fe", dando fin al rito de Beatificación y marcando el inicio de la celebración eucarística.

Al final de la ceremonia, el Coro de la Catedral de La Almudena de Madrid cantó el Himno a los mártires del Siglo XX en España 'Semillas de Paz', compuesto para la ocasión.

MAS DE 35.000 FIELES.

En la ceremonia estuvieron presentes mas de 35.000 fieles, de los que la gran mayoría se unió a los viajes organizados por parroquias, diócesis, y congregaciones religiosas, según informaron la Conferencia Episcopal Española (CEE) y la sala de prensa del Vaticano. En total, se calcula que participaron en la ceremonia unos 2.500 familiares de los nuevos beatos.

Entre los 498 mártires que van a ser beatificados, dos eran obispos; 24 sacerdotes diocesanos; 462 religiosos; un diácono; un subdiácono; un seminarista y siete laicos. La gran mayoría eran españoles --salvo cinco, entre los que figuran dos mexicanos, dos franceses y un cubano-- y tenían entre 20 y 30 años en el momento de su martirio. Tres de ellos tenían 16 años, mientras que el más mayor tenía 78 en el momento del martirio. Respecto a las fechas de su muerte, dos tuvieron lugar en octubre de 1934; 489 sufrieron el martirio en 1936 y siete fueron martirizados en 1937.

Se trata de la beatificación más numerosa de la historia de la Iglesia. En ella se reúnen un total de 23 causas, que fueron iniciadas y llevadas adelante en su momento por las respectivas postulaciones.

Con estos nuevos beatos, serán ya casi un millar -977-- los mártires de la persecución religiosa española del siglo XX beatificados, once de los cuales ya han sido canonizados.

Además, según la CEE, son muchos los casos susceptibles de ser reconocidos en el futuro. De hecho, están ya en marcha los procesos de otros 2.000 casos. Según los datos de la CEE, durante la Guerra Civil fueron martirizados unas 10.000 personas, la gran mayoría sacerdotes y religiosos.

Con esta canonización, los beatos que han subido a los altares durante el Pontificado de Benedicto XVI son 559, en un total de 36 ceremonias distintas, de las que sólo cinco se han llevado a cabo en el Vaticano, debido a las nuevas disposiciones establecidas por Benedicto XVI y según las cuales, se aconseja realizar la beatificación en la diócesis de origen.