¿Cómo ser mejor persona?

Ser mejor persona
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Actualizado: jueves, 14 diciembre 2017 11:47

MADRID, 11 Oct. (Francisco Javier López Cánovas, médico psiquiatra) -

¿Quieres ser mejor persona? ¿Sabes cómo ser mejor persona?

El artículo no será quien responda a esta difícil pregunta. Serás tú quien lo haga durante su lectura.

Muchas personas en muchas épocas han pensado ya sobre estas cuestiones: ¿cómo convertirme en la mejor versión de mí mismo? ¿cómo experimentar alegría con lo que soy y mis circunstancias? ¿cómo ser y sentirme mejor persona?

Hoy en día, en el siglo XXI, estos temas son búsquedas recurrentes en internet, lo que refleja que la cuestión, aún hoy, no ha sido zanjada.


ÉRASE UNA VEZ, EN UN REINO...

La mitología griega y latina, durante cientos de años, ha ido recogiendo una gran sabiduría sobre lo psíquico, sus procesos y su desarrollo. Para la cuestión del desarrollo como personas, es especialmente sugerente el cuento de Psique y Eros:.

Un rey y una reina tuvieron tres hijas. Las dos mayores eran princesas que más bien pasaban desapercibidas. La más pequeña de las tres, llamada Psique, era tan extraordinariamente hermosa, algo fuera de este mundo, que no dejaba indiferente a nadie.

Tanto era el poder de su belleza que muchos pensaban que era "la nueva Afrodita". La diosa Afrodita no recibió bien que un ser humano mortal como Psique compitiera con ella en hermosura. Mandó a su hijo Eros para darle un escarmiento a la protagonista.

La historia se torna interesante cuando Eros se pincha con su propia flecha y se enamora de Psique. Pasan muchas cosas a partir de este punto, encuentros y desencuentros entre Psique y Eros, etc.

Cerca del final del cuento, Psique quiere reencontrarse con Eros, pero Afrodita no se lo va a permitir tan fácilmente. Le pone cuatro pruebas a Psique. Veamos dos de ellas.


LA PRIMERA PRUEBA

La primera de ellas consiste en ordenar kilos y kilos de diminutas semillas. Hay diferentes clases de semillas, todas mezcladas, y Psique ha de clasificarlas en diferentes sacos que contengan sólo un tipo de estas semillas. Imagina el panorama.

También Psique, al ver la gran montaña de simientes milimétricas, queda extasiada. No se ve capaz de ir granito a granito, separándolas por especies. Tampoco es una opción para ella vivir sin Eros. Piensa por lo tanto en suicidarse.

Sin embargo, cuando está a punto de colapsar, se decide a comenzar la tarea, sin mucha esperanza, pero con un "no pierdo nada intentándolo" en la cabeza.

Al poco de comenzar, observa cómo aparecen unas diminutas hormigas desde dentro de la montaña de granos. Estas hormigas aceleran, con Psique, la tarea encomendada por Afrodita. Consiguen, juntos, cumplir la heroica gesta de ordenarlo todo en distintos sacos.


LA SEGUNDA PRUEBA

En la siguiente prueba, Afrodita le pide a Psique que consiga lana de unos machos cabríos peligrosos... Tratar de meterse en la manada y arrancarles la lana sería lo mismo que un suicidio, pues los animales, agresivos, la matarían a golpes, o en estampida. Psique, atemorizada, se pone a llorar, y desfallece de nuevo.

Se acerca a una corriente de agua con cierta desesperanza, con intención de suicidarse y tirar la toalla. Se detiene a mirar unos juncos junto al río. Estos le aconsejan lo siguiente: no debe ir a por la lana durante el día; debe esperar a la noche, cuando los carneros duerman.

Entonces, debe recoger la lana que se ha quedado enganchada en ramitas junto al río, de cuando los animales bajaron a beber durante el día. Así conseguirá Psique la lana que Afrodita le pidió, no por la fuerza matando carneros, sino indirectamente, ayudándose de unos disimulados juncos.


MI PROPIA PRUEBA

De algún modo u otro, cada persona tiene sus propias pruebas. ¿Cuál es la tuya? Algunas pruebas son muy individuales; otras son más bien problemas universales que cada uno ha de resolver a su manera.

No es casualidad que una de la disciplinas que trata de ayudar en esta tarea de crecimiento, la psicología, tenga su raíz etimológica en "psykhé", del griego, que significa mente o alma; igual que la protagonista del cuento.

Fíjate. En la primera prueba, Psique puede aprender la importancia de "ordenar", de "clasificar", de poner en diferentes montones según el diferente valor subjetivo de lo que se tiene entre manos. Al principio parecía una gesta imposible, pero cuando se pone a ella, salen unas hormiguitas de dentro que aceleran el proceso.

Traducido a ejemplos de la vida cotidiana, cada cosa que hacemos nos reporta un sentimiento propio: el placer de comprar una nueva prenda de ropa bonita, la culpa por haber gastado dinero, la pereza hacia el esfuerzo, la satisfacción de llevar a cabo un proyecto personal, el estado de furor en medio de una fiesta con música y humor, lo tierno de conocer a una nueva persona con quien se conecta de forma especial, etc.

El ejercicio que hizo Psique de "parar y pensar", de "poner límites", de "parcelar", nos ayuda a descubrir qué características tienen cada una de estas semillas.

Es decir, podemos descubrir en nuestra experiencia diaria variada, que cada una de las cosas que hacemos nos devuelve una emoción diferente, algunas más agradables, otras más incómodas, y usualmente, una mezcla de ambas.

En la segunda prueba, Psique puede caer en la cuenta que sus objetivos no los iba a conseguir con el método más directo, el primero que se le vino a la cabeza: la fuerza, enfrentarse cara a cara a un carnero.

Este animal tiene más fuerza que Psique, nunca conseguiría nada tratando de vencerle. Psique consiguió la lana buscándola de una forma alternativa, más segura.

Igualmente, en el desarrollo y en el vivir, hay fuerzas internas poderosas que se desearían vencer: "me gustaría ser menos agresivo cuando me enfado y digo las cosas siendo muy hiriente; luego me siento culpable", reconocía una persona en consulta hace pocos días.

El simple enfrentamiento a la fuerza, empeñarse en el "no debo ser agresivo", no era suficiente, y siempre recaía en su conducta. Así le ocurre también a otras personas con otros síntomas como adicciones, crisis de ansiedad, apatía, etc.

En el ejemplo anterior, la manera que se encontró de expresar la frustración sin agresión, fue encontrar otra vía distinta a la simple "prohibición de la ira", como hicieron Psique y los juncos para conseguir la lana. Fue reforzando experiencias de satisfacción en otras esferas lo que redujo el tono de irritabilidad basal.

La ansiedad, apatía, adicciones, etc., pueden no vencerse "a la fuerza", sino dando un pequeño rodeo por otras facetas de la personalidad.

Como Psique tuvo las suyas, ¿a qué pruebas te estás enfrentando en el momento actual?


¿CÓMO SER MEJOR PERSONA?

A raíz del cuento y de las pruebas has podido llegar a descubrir pequeños caminos para llegar a crecer como persona, y percibirte así como "mejor". Podemos concretar:


1. Acoge la ayuda y las enseñanzas de otras personas, para procesarlas internamente. En este sentido, es especialmente útil tomar como base para avanzar la mitología, y otros cuentos, leyendas, fábulas, parábolas, etc.

2. De las pruebas de Psique aprendemos que todo crecimiento interno, que nos acerca a la experiencia de satisfacción con la persona que se es, proviene de una incómoda prueba previa. Para enriquecerme con sacos de grano ordenados, lana de carneros, etc. es necesario atravesar el estar abrumado, la sensación de no poder con todo, etc.

3. En las pruebas de Psique también descubrimos algo más. La manera de conseguir el objetivo tiene algo de sorpresa, no se alcanza por la vía más lógica, sino mediante algo inesperado, nuevo, paradójico: con la ayuda de unas hormigas escondidas entre los granos, de unos juncos junto al río...

Simbólicamente, podemos interpretar que el crecimiento viene de confiar en inexplorados modos de funcionamiento. Cada persona tiene modos explorados e inexplorados de adaptarse a su entorno: algunos dependen de la razón, otros de la voluntad, otros de los sentimientos, las intuiciones, sensaciones, etc. ¿Cuál sería tu modo inexplorado de resolver pruebas?

4. Se puede añadir otra reflexión más. Que no se pierda de vista que Psique estuvo al borde de tirar la toalla y abandonar las pruebas, de lo mal que se sentía, en varias ocasiones.

Simbólicamente, ella cayó en la cuenta de que no podía conseguir todo lo que deseaba y de la manera que deseaba, y eso es triste en sí mismo. La pérdida de ciertas ilusiones omnipotentes, de la inocencia infantil, da lugar a una experiencia interna de derrota, de culpa, necesaria para el desarrollo psicológico.

Un paciente decía en terapia: "crecer es aprender a perder"; "me di cuenta que lo que tanto odiaba de mi hermano no es muy diferente de cómo trato a veces a mi mujer". Si se supera la tristeza inicial que provoca darse cuenta de "la sombra que llevo dentro", se podrá avanzar, y poner los medios para "superar cada unos sus pruebas".

El proceso de "ser mejor persona" no puede ser descrito universalmente, pues compete al ámbito de la individualidad; cada ser único encuentra su forma de conectar con la experiencia interna, subjetiva, de "llevarse mejor con la persona que es uno mismo".

¿Qué más se te ocurre para sentirte mejor persona?

Francisco Javier López Cánovas

Médico Psiquiatra