SANTANDER, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha impuesto una condena de siete años de prisión al joven que violó en un garaje a una chica a la que acababa de conocer y con la que había estado tomando diversas consumiciones en distintos establecimientos hosteleros.
En la sentencia, fechada el pasado 10 de junio y conocida hoy, la Audiencia considera probado que la madrugada del 5 de enero de 2008 el acusado, O.C.M., que tenía entonces 25 años, invitó a la chica y a una amiga a tomar algo en un garaje de su propiedad.
Al llegar al lugar les pidió que esperaran mientras él subía a la vivienda a buscar bebida y la amiga de la víctima optó por marcharse, así que se quedaron solos el acusado y la chica, que entraron al garaje, una plaza cerrada en un garaje comunitario, en la que el acusado tenía un sofá, un colchón hinchable, una televisión y otros enseres.
Una vez allí, tras charlar un rato, el acusado le pidió un beso a la joven, que se negó y le explicó que no quería mantener relaciones sexuales. Ante esta negativa, y cuando la chica se disponía a abandonar el garaje, el acusado la empujó sobre el colchón y la violó.
En vista de la insistencia de la joven en que quería marcharse y necesitaba orinar, la dejó salir, descalza, sin medias ni ropa interior, para que orinara fuera, y cuando la chica regresó para recoger sus ropas él volvió a violarla.
Al final, la chica logró abrir la puerta del garaje, girando la llave que estaba puesta en la cerradura, salió y pidió ayuda a un conductor que estaba en el garaje, pero que se negó a ayudarla.
Entonces, subió por las escaleras hasta localizar el portal y tuvo que romper un cristal para salir a la calle, donde nuevamente intentó pedir ayuda a un conductor que no paró y fue finalmente auxiliada por un vehículo del servicio municipal de limpieza que avisó a la policía.
Debido a lo ocurrido, la chica sufrió diversos cortes provocados por los cristales del portal y tiene trastorno por estrés postraumático de tipo crónico por el que requiere visitas semanales al psicólogo.
Aunque en el juicio el joven aseguró que las relaciones fueron consentidas y atribuyó las negativas de la joven al "proceso de cortejo sexual", la Audiencia da mayor credibilidad al testimonio de la chica porque, a su juicio, si las relaciones fueron consentidas no se entiende que saliera en busca de ayuda descalza y semidesnuda en pleno mes de enero, y lesionándose con los cristales de la puerta.
"De ser cierta la versión del acusado en el sentido de que todos los actos sexuales fueron consentidos y ejecutados de buen grado por la mujer, carece de explicación que salga del garaje descalza y semidesnuda, que pida auxilio a un desconocido, que ponga en peligro su integridad física rompiendo unos cristales y atravesando la puerta a través de la angosta zona fracturada, que salga a la calle en esas condiciones en una mañana fría del mes de enero y que intente detener a todo vehículo que pase en ese momento por el lugar", recalca la sala.
En consecuencia, la Audiencia condena a O.C.M. por un delito de violación a siete años de cárcel. Además, le prohíbe acercarse a menos de 500 metros de la chica y de su domicilio o comunicarse con ella por un plazo de 14 años. Igualmente, deberá indemnizar a la joven con 30.000 euros y tendrá que pagar las costas del juicio.
