BARCELONA 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
La gobierno catalán mantiene activado desde el viernes el Plan de Protección Civil de Cataluña (Procicat) debido a las consecuencias del temporal de viento de este fin de semana y que todavía persisten, a pesar de que ya no hay riesgo de nuevos vendavales.
De hecho, desde las 16 horas de ayer y hasta las 13 de hoy los Bomberos de la Generalidad han realizado 263 actuaciones relacionadas con el viento, la mayoría de las cuales fueron consecuencia de las incidencias del fin de semana. Desde el viernes por la noche, ya han realizado 6.520 salidas.
La región más afectada fue la Metropolitana Sur, con 169 salidas, seguida de la de Tarragona, con 37, y la Metropolitana Norte, con 35. En las otras regiones no se superaron las diez salidas en cada una.
Los bomberos, junto a los agentes rurales y auxiliares forestales, trabajan para limpiar los bosques dañados, valorar los desperfectos y prevenir los incendios forestales. Está previsto hacer vuelos de reconocimiento en todo el territorio para hacer un diagnóstico global de la situación forestal.
Los desperfectos en los edificios todavía afectan a tres escuelas, que todavía no han podido reabrir sus puertas. La situación global de los heridos también va mejorando poco a poco. Dos personas fueron dadas de alta ayer: un niño herido en Sant Boi de Llobregat (Barcelona) que estaba ingresado en el Hospital de Sant Juan de Dios y un adulto del Hospital de Santa Tecla (Tarragona).
En el centro de San Juan de Dios siguen ingresados cuatro menores, todos en planta; en el Vall d'Hebron, dos adultos heridos en La Palma de Cervelló y Barcelona están en la UCI de Traumatología y Rehabilitación en estado grave, mientras que un niño de Sant Boi evoluciona favorablemente en planta.
En el Hospital de Bellvitge y el del Mar hay dos adultos de Sant Boi que evolucionan favorablemente; en el Sant Pablo hay un niño de Valls (Tarragona) que ya está en planta y sigue mejorando; y en el Juan XXIII de Tarragona está ingresado un hombre de Pratdip con una lesión medular grave tras caer de un árbol, pero evoluciona favorablemente.