Vuelve a juicio acusada de matar a su ex marido para cobrar el seguro

Actualizado: miércoles, 3 noviembre 2010 19:54


BARCELONA, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -

La acusada de matar a su ex marido en La Llagosta (Barcelona) para cobrar el seguro de vida del que era beneficiaria ha mantenido su versión de inocencia siete años después de que testificara ante el jurado popular, el juez considerara nulo el veredicto y el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) pidiera la repetición del juicio.

El magistrado-presidente absolvió en sentencia de 1 de julio de 2003 a la acusada Maria del Pilar G.P. del asesinato de su compañero sentimental que fue acribillado por 18 puñaladas y un martillazo en la cabeza en su piso la noche del 6 al 7 de diciembre de 1998, hace siete años.

Posteriormente, el TSJC anuló la absolución de la mujer tras disolver de forma anticipada el tribunal popular que debía juzgarla.

Este miércoles, Pilar G.P. ha vuelto a comparecer ante el jurado junto a un presunto cómplice, Antonio M.A., y ha insistido en su inocencia explicando que su ex marido, camionero de profesión, "traficaba con droga" y que le pidió que le prestara a su hija para "disimular" en un viaje a Granada en el que transportaría cocaína, lo que fue motivo de discusión el mismo día de los hechos.

Según la familia de la víctima, vecinos y amigos de ambos, la víctima no traficaba ni consumía. No así la acusada que consumía e invitaba a rayas de cocaína a conocidos. La familia de la víctima ha explicado conocer rumores sobre ella en este sentido y el propietario del bar que la ex pareja frecuentaba los ha corroborado. "Ella y sus hijas venían tomaban algo y lo dejaban apuntado hasta que él pasaba a pagar. A mí me invitó a una raya", ha sostenido.

La calificación fiscal expone que Pilar G.P. presuntamente prometió medio kilo de cocaína y una moto a Antonio M.A., que contaba con 18 años, para que asesinara a su ex.

En el juicio Antonio M.A. se ha negado a contestar a las preguntas de cualquier letrado que no fuera el suyo y ha insistido en su inocencia y en que "no tenía una estrecha relación con la acusada" y, por ende, no le había prometido nada por asesinar a la víctima.

Aunque una testigo ha explicado que el joven se jactó en un bar, abiertamente, de haber apuñalado a la victima varias veces sin conseguir que muriera y que la mujer lo había rematado, matizando que le debía una moto y el medio kilo de droga citado.

La acusada fue quien alertó a los familiares y amigos de la víctima y, acompañada de una amiga y dos hermanas del fallecido, fueron al piso tras su insistencia. Sobre el caso pende la duda de si la mujer simuló tal preocupación e insistió en ir al piso para hacer creíble su coartada.

La Fiscalía pide 25 años de cárcel para ambos por un delito de asesinato con ensañamiento y alevosía y una indemnización de 350.000 euros para la familia de la víctima.